Parte de los famosos que colapsan las páginas de las revistas del corazón y que ocupan las interminables sesiones televisivas en que son diseccionados para saciar el morbo de los lectores y televidentes han aterrizado en Málaga que no es mal sitio sino todo lo contrario para aterrizar.
Ignoramos los motivos, lo que no impide que le manifestemos nuestro reconocimiento, por los que la baronesa Thyssen, antes Carmen Cervera, se ha fijado en Málaga y la ha elegido para nuevo Museo: lo cierto es que desde que la vimos en plena faena de colocar con la pala correspondiente la primera piedra del Museo, en unión de Paco de la Torre, parece que no nos ha abandonado.
Y como los famosos se buscan entre sí, quien es más famoso en Málaga que Antonio Banderas, han decidido pasar en amor ycompañía la Semana Santa de la tierra, un auténtico escaparate al exterior, cada un por un lado, suponemos, pero juntos en actos oficiales y cara a la galería, y esto lo podemos afirmar categóricamente porque Antonio viene con su señora la actriz Melanie Griffith y la hija de ambos Stella del Carmen-¿no sería mejor decir “Estrella”?-, que ya se estrenó el año pasado como nazarena en la Cofradía de su padre y Carmen Thyssen, que a su vez viene acompañada, tanto en los actos inaugurales de la constitución del Museo, con desfile incluido, junto a al alcalde, por calle Larios, por su vástago-aquel al que meses atrás le pidiera cinco o seis veces que se hiciera la prueba de la paternidad porque dudaba de que él fuera el padre de su ya nieto- Borja y su, al parecer ya admitida la bella Blanca, que ambos ya se han integrado en nuestras tradiciones semanansanteras, ella dando los primeros toques de campana con los que se inició la procesión y él, Borja Thyssen, de cabeza de varal, con el consiguiente revuelo en las masas.
Por lo demás al igual que todos los años Antonio Banderas ha vuelto a dirigir un trono de su cofradía de la Semana Santa de Málaga, como cada Domingo de Ramos. Además, ha cantado la letra de una marcha que ha contribuido a escribir para su Virgen, la de Lágrimas y Favores, con la baronesa Carmen Thyssen de testigo: iba vestido con túnica y un capillo que cubría su cabeza. Como mayordomo del trono, Banderas ha dado indicaciones previas a la banda de música que acompañaba la imagen y la baronesa ha dado los primeros toques a la campana del trono para que comenzara la procesión después de que le impusieran la medalla de la hermandad, al igual que a su hijo y a su nuera, y le entregaran un cuadro con una imagen de la Virgen.
Pero no todo fue incienso. Banderas y Griffith aprovecharon su visita a Málaga para apoyar, a través de la cofradía, la campaña de captación de fondos de la fundación Cudeca, una organización de ayuda a personas con cáncer avanzado que atraviesa serios problemas financieros.
Por las calles de Málaga también se han visto a Magdalena Álvarez y José María Álvarez del Manzano. Hemos tenido la suerte de no ver a Pipi Estrada, nazareno en una de las procesiones del Miércoles Santo malagueño, la de la Virgen de El Rico.
Algunos de estos datos los hemos extraído, no de las revistas «Nazareno», «El Consiliario» o «El Guión», sino de la emblemática, madre de todas las revistas del corazón, HOLA, de la que nos hemos ayudado para algunos detalles y para escribir los nombres, algunos de grafía difícil. El tiempo dirá si esta mezcolanza de nombres de famosos en los actos que el mundo católico español organiza para conmemorar la muerte de Cristo es beneficiosa o si ya todo se está subvirtiendo o cediendo a la fácil propaganda: ¿qué pinta Borja, que nos cae bien, en general, de cabeza de varal, haciendo que la gente y las cámaras desvíen la atención hacia él más que a la imagen que portaba?
¿De verdad piensa que el hijo de la baronesa y su mujer están integrados en la Semana Santa de Málaga?
Si así fuera, el tal Borja no se hubiera retirado incluso antes de entrar en el recorrido oficial (apenas dos horas de cómodo recorrido ante cámaras y curiosos)y hubiera arrimado el hombro hasta el final como un Hermano más. O a su mujer tal vez le hubieran advertido que colocarse delante del trono repartiendo sonrisas no es lugar apropiado.
A eso no se le llama integrarse sino hacer el paripé.
Por lo demás sería aconsejable que no mezclase en el mismo artículo a Banderas (de reconocida valía y entregado por completo a su cofradía) con semejante famoseo, vulgar tropa de niños de papá con dinero. Claro que tal vez la culpa no sea de ellos exactamente, sino de quien les propone y consiente. La Semana santa de Málaga no es eso.
Los mediáticos Borja y Blanca han ocupado un lugar de privilegio en una cofradía de la Semana Santa de Málaga. Es evidente que para ello no han dado un golpe de mano: han estado tan bien colocados porque los jerifaltes cofrades así lo han decidido, como si el supuesto glamour de la pareja fuese a aportar algo a dicha cofradía como no sea el aumento de flashes que han disparado sobre el trono: nos ha parecido una «frivolité».
En cuanto a Antoñito Banderas es el clasico triunfador que no sólo no renuncia a sus orígenes sino que los cultiva, lo que hace que la admiración del pueblo hacia él aumente. Es simpatico que un holliwoollense siga siendo capillita.