Antonio del Castillo piensa que el cuerpo de su hija ha podido ser incinerado

vertedero

actores de la tragedia

Absolutamente toda la prensa y radio del país consideran una noticia de primer nivel todo lo que rodea a la desaparición de Marta del Castillo, que no desmerece en tratamiento a otras como pueden ser la campaña de Benedicto XVI en contra del uso de los preservativos-no tiene en cuenta el parecer de los científicos y afirma que no son la solución al problema del SIDA, que como se sabe hace estragos en el Continente Negro-, o de la Iglesia española en su burda y demagógica campaña antiabortista en que coloca al mismo nivel un lince y un niño, o de la campaña contra el juez Garzón y su afición por los viajes y conferencias, amortizada ya la cacería de Jaén o de los negros vaticinios del premio Nobel de Economía de 2008 Paul Krugman para España.

Se abre paso la teoría de que agentes externos, y uno de ellos puede ser la defensa, están dirigiendo la operación encaminada a distraer la justicia y desviar la culpabilidad principal del crimen hacia el menor, con lo que la condena se reduciría al mínimo al igual que la que les correspondería a los demás, sobre todo si no aparece el cadáver.

En esto último abunda hoy el padre de Marta que baraja la posibilidad de que el cuerpo de su hija pudiera haber sido incinerado desde que se enteró, por terceras personas, de que el padre de la novia de Miguel, el presunto asesino, «había trabajado en un crematorio de residuos biológicos», además de insistir en que los supuestos asesinos «se están cachondeando de la Justicia, de la familia y de todo el mundo», con sus cambios de versiones sobre lo ocurrido y el lugar donde dejaron el cadáver.

La versión de que tiraron el cuerpo de Marta al contenedor de basuras tiene a su favor el testimonio de un vecino que dijo haber visto a Miguel hacia la una y media de la madrugada con la silla de ruedas que usó su madre y en contra que hay que comprobar cómo es posible sacar un cadáver a la calle y «pasearlo» hasta un contenedor de basuras situado a unos 50 metros y luego dejarlo en su interior, sobre todo teniendo en cuenta que después de dos horas de haberse producido la muerte, el cadáver entra en «rigor mortis».

De momento han quedado atrás las teorías de la policía de que fue trasladada en el coche de la madre del menor al Charco de la Pava, lugar en que la arrojaron al río.

Reproduzco unas líneas que Antonio Burgos dedica al asunto que coinciden con el sentir de mucha gente:

“…Niñatocracia.- Tanto proteger los derechos de los menores y tanto garantismo nos ha conducido a una niñatocracia. Los mismos niñatos confesos del crimen de Marta que metieron al Estado en los lodos del Guadalquivir, gastando millonadas en buscar lo que no quieren que encuentren, lo llevan ahora a un vertedero. La metáfora está servida. Escriba usted mismo el comentario. Ay, cuántas bofetás a tiempo se han perdido aquí…”

3 comments

  1. yo le daba de ostia asta que dijeran la verdad tanta protecion a los menores esto que son unos acesinos cuado bamos a protejer de verdad a nuestra juventud sana que la hay SUERTE CADENA PERPETUA PARA LOS ACESINOS.

  2. Hay que cambiar las leyes de los supuestos «menores» si cometen un delito de esta indole que sean juzgados como adultos.
    Cadena perpetua para ellos.
    Bss Marta, a ver si te dejan descansar..

  3. Hola, yo realmente pienso que estan encubriendo a alguien, y que ese alguien, es el padre de la novia de miguel, la quemaron, y saben q si lo largan, y meten al padre de rocio, van a ir a por ellos, asi q prefieren callar, esperar a que el cuerpo no aparezca, y q les caiga lo menos posible..lo q no saben estos es q de este tema…nadie se va a olvidar nunca….un abrazo enorme para la familia de marta..y muxo animo… de verdad.. y decirles q se hara justicia..estoy segura, solo espero q no tarden muxo en recordar a su hija sin dolor…

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