El juez Serrano insiste en su guerra contra las falsas denuncias domésticas

 De esta lucha, que le está provocando a él y a su familia secuelas psicológicas y sensación de indefensión jurídica ante ataques de colectivos feministas, se hace mención en Un auto del juez Serrano permite a un niño estar en la “madrugá” sevillana, un ejemplo más en que algunos padres manipulan una situación en contra de los intereses del propio hijo y del otro cónyuge, o en Las denuncias falsas por maltrato constituyen “un genocidio de hombres”,  quizá una afirmación exagerada pero que en algunos casos sí han supuesto algunos suicidios del cónyuge gravemente perjudicado o que incluso genere más violencia –la llamada violencia de género masculino- en que se produce una o más muertes en el seno de la familia, en que una persona normal casi se convierte en un asesino en serie al haber varias víctimas entre las que se encuentra el propio agresor.

En esta campaña contra las denuncias falsas está encontrando la réplica en colectivos feministas, en asociaciones de mujeres que piden al poder judicial la expulsión del juez de la carrera judicial, en Inmaculada Montalbán, presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género y vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGP, que a juicio del juez hizo declaraciones coactivas en su contra, e incluso del propio PSOE por boca del secretario de Ciudades y Política Municipal del PSOE, Antonio Hernando, que le ha exigido una rectificación inmediata por sus declaraciones a las que achaca falta de sensibilidad con las víctimas» y de «haber agredido» a las víctimas de la violencia de género y de «haber insultado a los millones de víctimas del genocidio».

Entresacamos algunas de sus polémica declaraciones que tiene una acogida superior a lo que se podría suponer ya que nadie, por ser algo políticamente incorrecto, osa aprobarlas en público: todo el mundo sabe el tinglado que hay montado en torno al tema por los pingües beneficios que se obtienen en el caso que prosperen las falsas denuncias y el escaso coste que tienen si no prosperan para las o los que cometen fraude de ley:

– Lamenta el juez Serrano el «ataque visceral al hombre por el hecho de ser hombre, se está produciendo un auténtico genocidio e insta a investigar «cuántos hombres que han sido denunciados por sus parejas y que han pasado por una detención se han suicidado o lo han intentado, siendo luego los asuntos archivados o sobreseídos».

– Se duele de que los padres divorciados pongan sus conflictos irracionales sobre los intereses de sus hijos

– Critica que, desde el feminismo radical, se diga  que el hombre y la mujer no son iguales en el seno de una relación de pareja, lo que constituye, a su juicio, una filosofía auténticamente falsa

– las denuncias falsas perjudican, de momento, a la propia mujer maltratada y agredida, porque ésta es la que tiene miedo y sufre la auténtica discriminación y desigualdad

– se está creando una nueva era de la discriminación y de la desigualdad, y nos hemos inventado un neolenguaje donde a un ministerio de la mujer resentida y oportunista se le llama ministerio de igualdad lo que está llevando a una situación de auténtica perversión, injusticia y hasta de genocidio, que se está ocultando».

– los jueces tienen miedo a opinar porque les puedan imponer una medida represora ya que «ser políticamente incorrecto e ir a contracorriente hoy en día en España es peligroso». «Hemos vuelto a la Inquisición»