Cuando parecía que este politizado personaje, que en todo momento había instrumentalizado el calvario de las víctimas del terrorismo, había desaparecido y recalado en su natal Jaén para ponerse al frente de sus medios de vida, súbitamente se planta en la reunión anual de la AVT lanzando este negro presagio: “la unidad en la AVT ha muerto”, “se ha roto la resistencia” y unión cívica frente al terror. “Estas palabras son ahora espejismos”
Al goteo de dimisiones en el seno de la AVT, entre las que destacan las del tesorero de la asociación y su secretaria general, se suma la denuncia del ex presidente de que hay un déficit de unos 320.000 euros, «el 30 por ciento del presupuesto», “algo “muy grave” ya que “el señor Casquero, el que él propuso, ha multiplicado por cuatro o cinco los gastos de la AVT”
Además Alcaraz se ha hecho eco de que durante la asamblea se han recopilado firmas “para ver si se emprenden acciones legales contra las irregularidades cometidas por la actual directiva”, lo que supondría un autentico torpedo en la línea de flotación del ya de por sí debilitado barco que ha sido utilizado por algunos con fines “non sanctos”
Entre los asistentes han estado víctimas del terrorismo como José Antonio Ortega Lara, Pilar Elías y Mikel Buesa, entre otros.
Anteriormente, la vicepresidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, había manifestado su «indignación, dolor y rabia» en el quinto aniversario del 11-M denunciando que la ausencia de actos de homenaje demuestra que para las instituciones «ya no merece la pena hacer nada por las víctimas».
