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Se habló más que nada del estado de la economía en el debate del estado de la Nación, o del estado de la crisis entre los dos primeros espadas y los representantes minoritarios, como es el caso de Rosa Díez que “exige” al Presidente que convoque un Pacto de Estado ante la crisis o elecciones anticipadas.
Hay unanimidad en calificar el debate de “bronco” y como ha sido –y lo va a seguir siendo- analizado por miríadas de comentaristas y expertos- a los que se van a unir oleadas de blogueros- que van a dar como ganador del debate a aquel que o se ajuste más a sus preferencias políticas o a las de su pagador, nosotros únicamente vamos a resaltar algunas frases o excesos verbales a cuyos autores ustedes les pondrán nombre.
Uno de los dos se dirige a la “bancada” que acompaña a su intervención de murmullos desaprobatorios, de risas contenidas y les espeta: “¡Pero si ustedes no se enteran de nada, ustedes no saben leer! “. Y vuelve la cabeza a su grupo: ¡ Qué gente…” Y el otro: “Siempre en el mismo tono faltón…Da lecciones cuando usted en lo único que es experto es en perder elecciones”
El paro: “Hay más de 4 millones de parados. Ese es el estado de la nación”.”Con este Gobierno se llegó a la tasa más baja de paro de la historia”
Crisis: “No fue una sorpresa sino un deliberado y mezquino cálculo electoral”, “Usted tiene interés en servirse de la crisis para ganar posiciones políticas”
España: “Hemos pasado del “España se rompe” al “España se hunde”. Ahora mismo está hundida (España) en la “recesión, déficit, deuda y paro galopante”
Consumo: “Daremos 500 euros de ayuda para la compra de vehículos”, “Su gobierno es el que más dinero ha gastado de todo el mundo, salvo Arabia”
Y si ustedes no logran identificar a los autores de tan rotundas frases tienen ocasión de ponerles nombres y apellidos a los autores si tienen paciencia para ver y oír los vídeos colgados: no todo el mundo dispuso de 8 horas seguidas de tan ramplón y rancio debate en que parece que lo que tuvo más interés periodístico fue el que el azar pusiera juntas a Sonsoles y Esperanza Aguirre y la mirada pícara que ésta puso cuando Zapatero le dijo a Rajoy que se había quitado de en medio a todos sus colaboradores directos, después de perder dos elecciones, menos a él mismo, naturalmente.
