Se recrudece la guerra contra la telebasura

Quizá sea una guerra perdida de antemano ya que la emisión de este tipo de programas, denominados basura, ha convertido a la cadena en líder de audiencia. Así que ya pueden ir cosiéndola a multas por incumplir la Ley General de la Comunicación Audiovisual y el Código de Autorregulación sobre contenidos televisivos e infancia que, además, la cadena se comprometió a cumplir estampando su firma ante la vicepresidenta del Gobierno, que, en el caso de que se las pongan, la pagarían religiosamente aunque no sabemos en qué quedaría el expediente sancionador con petición de multa de 300.000 euros que el Ministerio de Industria abrió a Telecinco a petición del Consejo Audivisual de Andalucía.

Ahora es la AUC – Asociación de Usuarios de la Comunicación– la que ha presentado ante la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones una denuncia contra Telecinco por la emisión del programa Sálvame Diario, al entender que dicha emisión incumple “a diario” la reciente Ley General de la Comunicación que trasladen a Jorge Javier y sus colaboradores a la noche, fuera del horario  de protección al menor que va desde las 6 a las 22 horas.

Se basan en los”enfrentamientos, a veces incluso físicos, entre los colaboradores del programa y con los invitados», por el empleo continuado de «lenguaje soez, insultos graves y descalificaciones«; por las referencias «continuas y explícitas a diferentes prácticas sexuales, con mostración en pantalla de diferentes objetos empleados al efecto, o por la recreación en la emisión de imágenes violentas y/o procaces» , lo que hace que Sálvame «debería estar calificado como no recomendado para menores de 18 años» y, «emitirse», en todo caso, en «horario nocturno».

Así nuestros menores no tendrían que ver a JJVázquez diciendo que tiene encima del televisor de su casa un objeto erótico cuya contemplación lo erotiza o a Karmele Marchante haciendo cada tarde una exhibición de objetos sexuales para consumo de la audiencia, como aquellas famosas bolas chinas, desde luego una llamada implícita a la castidad en manos de tan poco erótica e infame cantante periodista