Vicente Sanz , el presunto crápula de Canal Nou

vicente sanz

Tengo ciertas dudas morales al confeccionar el siguiente post aunque he seguido adelante porque al pornográfico contenido del mismo le han dado su visto bueno para que vea la luz  figuras tan señeras del periodismo español cuales son Alfonso Rojo y Pedro José Ramírez Codina  a los que no se le conocen escándalos de tipo rijoso ni libidinoso, sobre todo al segundo.

Encomendándome pues a esas dos figuras tan señeras y señoriales del periodismo que normalmente- menos en esta ocasión- mantienen impolutos sus medios de miserias tanto físicas como morales, por una vez y sin que sirva de precedente les cuento la escabrosa historia de Vicente Sanz, exsecretario del valenciano Canal 9 al que el titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Paterna  ha procesado al considerar que “ entre los años 2007 y 2010 se prevaleció de su puesto para solicitar favores de naturaleza sexual a tres periodistas de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV), creando en estas personas una situación «gravemente intimidatoria y humillante» considerando “que los delitos que inicialmente se valoraron como acoso sexual se transformaron en abuso sexual continuado”

Vicente  Sanz antes de llegar a Ràdio Televisió había sido antes presidente del PP provincial aunque un escándalo urbanístico y una frase («Estoy en política para forrarme») sepultaron su carrera política y le empujaron a un refugio de oro en la cúpula de Canal 9.

Y abróchense los cinturones para leer lo que se dice en el auto de procesamiento y que Rodrigo Terrasa reproduce en El Mundo:

“El acusado reconoce que mantuvo «relaciones sexuales completas» con las periodistas, pero según él, siempre fueron consentidas.
«Con continuas promesas de mejoras laborales y amenazas, consiguió que M.R. (una de las periodistas) le enviara fotos íntimas»

«Al parecer llegó a tocar en sus genitales a esta mujer con intenciones libidinosas y presuntamente también se masturbó en presencia de ella en varias ocasiones. Todo ello sin consentimiento de esta mujer o al menos habiendo obtenido el mismo de forma viciada, por estar mediatizada por las promesas y amenazas dichas».

Se masturbó también frente a otras de sus empleadas «y llegó a tocar varias veces sus partes íntimas con intención lúbrica».Incluso en una de las ocasiones en que mostró su sexo erecto a esta mujer, le llegó a coger de la cabeza atrayéndola hacia él, al tiempo que le decía ‘dame una chupaeta’«

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