Creíamos que solamente íbamos a ver en abierto los partidos en que juega la “Roja”, marca que está cosechando mucho éxito aunque la están señalando peligrosamente como favorita, pero observamos que por lo menos hoy dos partidos que se pueden ver en canal Plus y a ver quien se sustrae del partido de las 4 de la tarde en que intervienen argentinos y nigerianos, hora en que un andaluz de bien tiene que estar sesteando, para no dejar en mal lugar a Ortega y al resto de sus secuaces, ayudado además por el relajamiento que produce a los ojos el color verde del césped y del uniforme nigeriano.
Llegado el descanso y cuando un defensa argentino ha deshecho las tablas iniciales –hay que ver qué cursi puede llegar a ser un cronista deportivo– nos sumimos en unas reflexiones que tienen que ver con el humor argentino, que por otra parte ha jugado siempre al fútbol mejor que la Madre Patria.
Ante la visión de su entrenador Diego Armando Maradona, aquel al que la divinidad le prestó un día su mirífica mano para meter un gol en un campeonato similar a éste, al que han embutido hoy en un terno que haría las delicias de Camps, dejando de lado su chándal de trabajo, el que utiliza para hacer obscenas recomendaciones a los periodistas, nos acordamos de que hace unos días atropelló a un viandante al que interpeló además diciéndole, lleno de ira:
– ¡¡¡ Ché, boludo…¿cómo pones tu pie debajo de mi rueda? !!!
Otro rasgo de humor es llamar a Juan Sebastián Verón, del Estudiantes de la Plata, de complexión fuerte, calvo o con la cabeza siempre rasurada, de 1,82 de estatura, “La Brujita”
O a Gonzalo Gerardo Higuaín (Brest, Francia) argentino por nacionalización ius sanguinis, “El Pipita”
El punto final, como está mandado, lo pone Diego Armando: «Parecía que no queríamos meterla»
