Entra en liza electoral el abad de Monserrat

El Papa y el Abad

Seguramente el pueblo de Dios no ignorará que el partido popular no va a cambiar las leyes actuales en cuanto a moral y buenas costumbres que ya estaban en vigor en tiempos de Aznar: es pues previsible que si ganara Rajoy poco iba a cambiar, quizá un enésimo plan de educación con lo que nos alejaríamos cada vez más de los países europeos, mantendría el divorcio, el aborto en los supuestos actuales y cambiaría la palabra “matrimonio” por la de “unión civil” como ocurre en todos los países de nuestro entorno.

Es por lo que difícilmente ningún partido en España iba a suscribir en su integridad los diez puntos de la Conferencia Episcopal a la que en la ceremonia en que los cómicos se reunieron anoche para la entrega de los Goyas, el ganador principal, le envió un recado.

Ahora, y como tercero en discordia, surge el abad de Montserrat llamando a la Iglesia a evitar la lucha política pidiendo que ningún partido «pretenda tener la exclusividad del Evangelio», en alusión seguramente al Partido Popular y a la cúpula de la Conferencia Episcopal Española: «En nuestra sociedad plural los miembros de la Iglesia no podemos pretender ningún monopolio; hemos de proponer de una manera serena, atrayente y esperanzada la luz que nos viene del Evangelio sobre la persona humana y la convivencia en sociedad. Lo hemos de hacer a través del diálogo y la misericordia, y no desde la confrontación». «Hemos de trabajar por la paz con todos los medios éticamente legítimos», seguramente refiriéndose al diálogo con los terroristas.También el obispo de la Seu pidió oraciones, ayer, por el entendimiento entre la Conferencia Episcopal y el Gobierno.

Al mismo tiempo Antonio Cañizares decía en Toledo que la Iglesia española no callará, «aunque esto le traiga sinsabores, insultos, descalificaciones, y aunque se vea sometida a juicios falsos e injustos que descalifican por sí mismos a quienes los hacen», aunque matizando, algo es algo, que” no se trata de imposiciones, sino de exhortaciones, en modo alguno partidistas».

Pero volviendo al abad de Montserrat no debe extrañarnos que esté en una tercera vía cuando el verano pasado al ser reconvenido por la Jerarquía dijo: “Es fácil percibir que un sector de la jerarquía católica tiene nostalgia del nacionalcatolicismo que es algo del pasado. La Iglesia católica debe aprender a situarse en otro contexto social, el de la Constitución y desde la separación entre la Iglesia y el Estado».

Sobre la emisora de la Conferencia episcopal, COPE: » he hecho algunas gestiones en el Vaticano, en la Nunciatura, y firmé un documento que se envió a la Conferencia Episcopal protestando por sus contenidos. Creo que es lamentable que los obispos no tengan el coraje de poner freno a la estrategia de envenenamiento de la sociedad que llevan a cabo los más destacados colaboradores de la emisora.».

Unos meses después, palabras, palabras.

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