Le llueven las descalificaciones a la Villalobos por sus exabruptos en la vía pública

celia villalobos

No le está saliendo gratis a Celia Villalobos su forma de tratar a aquellos que, por la dignidad que le otorga la democracia, están a su servicio. Esa vehemencia de que hace gala –nadie le habrá parado los pies con efectividad hasta el momento en que parece conservar sus ínfulas de ministra– le jugó una mala pasada pues fue grabada mientras se explayaba con los escoltas. Si exhibe ese lenguaje en medio de la calle cuál tendrá -¡ oh, cielos !- reservado para la intimidad o en el interior del vehículo al que subió su cada vez más generosa humanidad después de aquella descarga de adrelanina que a veces también ha vertido a raudales en el Congreso: una vez en una sesión de control  la diputada tuvo que ser amonestada por su actitud después de insultar y desafiar a un socialista al grito de “ladrón” e “indigno”.

Este último y bochornoso incidente ha tenido una gran repercusión tanto en los medios como en los blogs, que la ponen literalmente a parir. Así La Gaceta  de Intereconomía critica los «berridos» de la diputada del PP, los «alaridos de la impaciente diputada, que resultaría grosera y chocante hasta en la puerta del mercado» y aconseja poner «una escupidera» junto a la tribuna de oradores en los debates en los que intervenga.

Otros afirman: “La diputada del PP, Celia Villalobos, se comportó como una vulgar arreadora de ganado. Así la veo en ese vídeo. Así lo expuse y así lo vuelvo a exponer. Me importa un bledo su origen, su cargo y su idioma. Es una servidora pública y le exijo respeto para la gente que trabaja con ella -no para ella- y el nivel de dignidad que le debe a la nación para la que trabaja.”

“Si lo que quiere es arrear ganado que se vaya a trabajar a una granja. Si lo que quiere es tratar y arrear a las personas como si fueran ganado, que se vaya a la mierda”

 

“Este vídeo lo he visto esta mañana en Eres la mierda y ha sido la gota que ha colmado el vaso para descargarme en este post. Porque mira que hay políticos maleducados, torpes y poco inteligentes, pero es que esta señora (mira que intento mantener las formas) se lleva la palma. Pues si crees que son tontos el chófer y el guardaespaldas ya sabes, te acercas a la puerta del Congreso, levantas el brazo y paras un maldito taxi. O te andas una callecita y te metes al metro, que no te vas a morir”

¡ Menos lobos, Villalobos ! Celia Villalobos,el coche oficial no viene con esclavos de serie

“No sé en qué estaría pensando Aznar cuando la nombró ministra de Sanidad. Yo la llamaba por aquel entonces «Juanita Calamidad», porque cada palabra que decía provocaba un terremoto (más o menos como mi Maleni). No supo administrar debidamente la crisis de las vacas locas e hizo falta el buen hacer de una Ana Pastor para tranquilizar las aguas. Sin embargo, parece que ni en el Congreso, donde sólo debe aplaudir y apretar el botón que toque, deja de ponerse en evidencia.  Por cierto, habría que enviar a Iker Jiménez para que investigara el «misterio» de que el maridito de esa señora siga de «asesor» y «consejero-encuestador áulico» de Rajoy…”

 

 

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