Sin hablar de sondeos que están prohibidos en España aunque se pueden leer en el Periódico de Andorra, sí de las votaciones: se espera gran afluencia a las urnas aunque algo menos que en la anterior. Es casi seguro que el gobierno que salga va a tener que gobernar apoyado en los nacionalistas: la vieja historia. O más de lo mismo. La diferencia entre los grandes partidos no es mucha y el estado anímico del votante o cualquier variable pueden influir en el color de la papeleta.
Eso a escala nacional porque en Andalucía de lo único que se habla es de por cuántos puntos mantendrá Chaves la mayoría absoluta.Y también se palpa cierto pesimismo acerca de que si el que pierda va a aceptar democráticamente la derrota o desde el minuto siguiente va a comenzar la labor de zapa en contra del ganador.
Como homenaje al último asesinado por ETA reproducimos parte de la crónica que EL PAÍS dedica a los actos de ayer en su entierro:
“…La plaza mayor de Mondragón respiraba un silencio brutal. Sólo se oía la voz clara de una mujer valiente de veinte años dando una lección de ciudadanía: «Yo, mi madre y todos iremos a votar. Eso es lo que pido: que todo el mundo vote, los que quieran solidarizarse con mi padre, que voten». Sólo al final Sandra se permitió llorar, cuando ya había terminado de leer, cuando miró fugazmente hacia arriba y sonrió e improvisó una frase: «Estoy muy orgullosa de mi padre, le quiero». Luego volvió a clavar los mismos ojos oscuros y vivos en el mismo lugar lejano al que había estado mirado durante todo el tiempo: «Han sido unos hijos de puta, nada más».
