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Estamos a favor de dos denuncias: una la protagonizada ayer en Madrid en contra de la Revolución cubana, que ya ha hecho 50 años desde que Fidel Castro bajó de Sierra Maestra derrotando al infame dictador Batista, que tiene en su haber, entre otros deméritos, el haber convertido a la gaditana La Habana en un prostíbulo más de los americanos del dólar, aunque lo que hizo, en líneas generales, el gallego Fidel fue sustituir una dictadura por otra y convertir Cuba en un portaaviones de la URSS. Ya en el lecho del dolor-está visto que ese es el sino de la mayoría de los dictadores del siglo XX, el morir en una relativa paz si tienen la suerte de contar con unos galenos benévolos- está haciendo gestos de apertura para lo que ha nombrado su sucesor a su hermano, grotesco personaje, como en las monarquías al uso.
Estamos, pues, a favor pero no de la misma forma que lo han hecho Aguirre o Mayor Oreja: su partido ha exigido a la izquierda una rectificación por su «indulgencia con la dictadura». Ellos no tienen que ser depositarios de la verdad ni de cómo tienen que actuar los demás. De igual forma nos oponemos a manifestaciones izquierdistas que llamen a Esperanza Aguirre «canalla fascista», porque no es ni una cosa ni otra: sólo un poco dogmática que seguramente no cree mucho en lo que dice. Ya nos gustaría que fuese una décima parte de lo liberal que fue su tío el excelso poeta Jaime Gil de Biedma.
La otra denuncia a la que nos adherimos es a la de los Colegios de Médicos, sindicatos, asociaciones sanitarias y el PP en contra de la imposición lingüística de Ibarretxe que aumenta la valoración del idioma, que supera a todos los méritos científicos de los sanitarios: Saber euskera puntúa el triple que un doctorado en la Sanidad vasca.:
“… Este año, hablar y escribir el idioma cooficial supone 17 puntos en la estimación de méritos para optar a una plaza de médico. En cambio, un doctorado cum laude son 6 puntos, diez años de catedrático en una facultad universitaria, 1,25; impartir diez ponencias internacionales incrementa 3,50 puntos, y saber tres idiomas como francés, inglés y alemán, los tres, suman 5 puntos más. Por lo tanto, todos los méritos científicos y académicos juntos suman 15,75 puntos, frente a los 17 que otorga sólo dominar el euskera. “
