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A Losantos se le pueden discutir muchas cosas pero hay que reconocer otras, como que está dotado de una buena cultura, de un nivel idiomático notable, seguramente debido a la base adquirida en sus años de Universidad. En otros aspectos no lo es tanto, y seguramente intencionadamente, es un personaje odiado, que no deja indiferente a nadie, y sobre todo cuando habla de política, en la acepción que el Caudillo le dio a esta palabra, se pone como enloquecido y con unos criterios cambiantes en lo que se refiere a las personas: cuando enfila a alguien descarga sobre él tal cantidad de insultos y de atrocidades que poco a poco se van traduciendo en citaciones judiciales, y sentadas en el banquillo consiguientes, que lo han convertido en el periodista- sin practicar ningún deporte- que chupa más banquillo de los que están en activo, teniendo que escuchar a sus señorías últimamente por querellas de Gallardón, de policías, de Juan Luis Cebrián y eso que Rajoy está aguantando pues ya colecciona un centenar de insultos y descalificaciones que no es el caso de Carlos Herrera, de Raúl del Pozo, de Pedro jota, de Ana Rosa Quintana, de Sánchez Dragó, de Luis Herrero, del recuerdo de Antonio Herrero, que son invitados suyos en este vídeo que ha editado LD.
Aquí habla con su amigo el logroñés Pedro Jota, y nos enteramos de sus inicios, de su trayectoria humana, de que está en una segunda convivencia con Ágata Ruiz, después de haber estado casado diez años. Pasan revista a algunos temas entre los que destacan que él estaba en Estados Unidos cuando lo del Watergate. Años después un periodista del Washington Post le comparó aquello con los GAL, diciendo Fede que lo nuestro fue peor al haber habido muertos y latrocinios y allí sólo malas prácticas democráticas. Dos amigos de Felipe.
Carlos Herrera le demuestra que es un tío estupendo, encantador, con el punto débil de la izquierda desunida y de algunos especímenes nacionalistas. Le” cortó” cuando quiso ladinamente referirse a Luis del Olmo, al que está empeñado en jubilar por su edad. Está lleno de rencor hacia él, no soporta que lo llamara una vez el pequeño talibán de las ondas.
Raúl del Pozo, admirador de González Ruano, al que imitaba hasta en la forma de escupir, ahora heredero de la columna de Umbral, habiendo evolucionado desde sus inicios comunistas hacia la derecha y ser del Real Madrid, que ustedes sabrán que es una forma de ser, un estilo de vida. Hace 40 años sin ir más lejos en una hermosa población de Málaga, que eligió Rilke como la ciudad ideal, colgada del abismo, la clase media bien instalada trabajaba en una caja de ahorros y era del Madrid. La cosa no ha cambiado tanto desde entonces, sobre todo porque de una manera preocupante hemos observado el fenómeno en nosotros mismos, que siempre fuimos del Atlético del Madrid, del Pupas, y ahora también del Real Madrid, p.l.g.d.D, como se decía en aquellos duros antiguos y con cierto recelo hacia los equipos periféricos, por mor de la politización del fútbol.
También habla con el eurodiputado del PP, Luis Herrero, biógrafo de Antonio Herrero, aquel que murió haciendo pesca submarina, y modelo para todos los que trabajan en la COPE, en el décimo aniversario de su muerte. No sé, ese bigotillo que luce y la lógica que cree imponer a sus juicios no acaban de convencernos.
También sabemos algo de la inefable Rosa Quintana, sus comienzos y su ascensión al estrellato, vía programas del corazón, o Sánchez Dragó, aunque a este hay que echarle de comer aparte, alardeando, cómo no, de su fecundidad como escritor, como amante, 7 bodas en su haber y muchos libros, septuagenario enfant terrible, aunque esto es para nosotros un mérito y no le vamos pedir que se retire, como quiere FJL que haga el espigado Luis del Olmo.
