Caerse la cara de vergüenza

Escribir todo con mayúsculas en Internet o en cualquier otro medio se considera a veces algo imperdonable que significa petulancia, o una manera de magnificar las propias ideas, o indicios de inseguridad, o simplemente desconocer la herramienta que se tiene entre manos, la escritura. Otros le atribuyen a esta práctica, y siempre que se utilice con brevedad, una manera de gritar, ya que la escritura sin más –algo de esto solucionan los signos de exclamación e interrogación- carece de la intencionalidad de la entonación.

Esta última definición es la que hoy nos permitimos: lanzar un grito de indignación en el Día de las Personas sin Hogar, HOY SE NOS DEBERÍA CAER LA CARA DE VERGÜENZA A TODOS UN POCO, Y MUCHO MÁS A AQUELLOS QUE SE DICEN SERVIDORES DEL PUEBLO Y TIENEN ESTOS COMPORTAMIENTOS TAN MEZQUINOS ANTE LA SITUACIÓN DE LOS QUE VIVEN EN LA CALLE.

Apoya esta aseveración mía el post de Javier Pérez de Albéniz, siempre tan comprometido con la verdad aunque a veces nos duela mucho, Dietas y desahucios:

“La noticia está pasando desapercibida, y no me gustaría que así fuese. El Día de las Personas sin Hogar me parece un momento inmejorable para recuperar esta información: Los diputados con casa en Madrid seguirán cobrando dietas de alojamiento en 2013.Concretamente 1.823 euros al mes, tres veces el salario mínimo (641 euros). El gasto total que suponen estas dietas asciende a casi 19 millones de euros, que se cargan en los Presupuestos Generales del Estado (PGE). De este Estado nuestro que está recortando de manera brutal en sanidad, en educación, en justicia, en investigación y desarrollo…Y que consiente que se produzcan desahucios, algunos por unos pocos miles de euros.

Pese a tener casa en Madrid, algunos incluso varias viviendas (Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y diputado por Sevilla, es propietario de tres viviendas en la capital), los diputados seguirán cobrando esos 1.823 euros al mes de dieta de alojamiento. Así lo han decidido los propios diputados, esos que seguro se preguntan sorprendidos el porqué de la desafección de los ciudadanos con la política. Ningún grupo parlamentario ha presentado una sola enmienda a los PGE para eliminar o reducir esas dietas. Ni siquiera UPyD, pese a que hizo una propuesta de boquilla para que dejasen de cobrarse. Propuesta, por cierto, tachada por PP y PSOE de “populista” y“demagógica”.

Es difícil cogerles cariño.

Un diputado con casa en Madrid puede perfectamente cobrar esos 1.823 euros del Estado sin ruborizarse, sabiendo que en España entre 30.000 y 35.000 personas viven en la calle, casi tres millones viven en una vivienda indigna y alrededor de 3.000 no tienen hogar, y viven en albergues, pisos de acogida o pensiones. Por supuesto que puede hacerlo. Pero no puede exigir que los ciudadanos crean en él, y mucho menos que le aprecien”

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