El catalán: Una cuestión palpitante para Pujol, Monzó y Llongueras

quim monzo

emilia pardo bazan

jordi pujol

Si para Emilia Pardo Bazán , a finales del XIX,  fue una “cuestión palpitante” aunque puramente literaria, la opción entre los estilos, concepciones de la vida, llamados realismo o naturalismo-ella optó por el naturalismo- al igual que Zola, con gran escándalo para la gente de su época y sobre todo de su marido que se separó de ella después de haberla conminado a que dejara de escribir-ella se vengó, se resarció con amoríos fulminantes con jóvenes como Lázaro Galdiano y Narcís Oller, buena era doña Emilia -, ahora, a comienzos del siglo XXI hacen de la lengua propia, el catalán, por un quítame allá esas pajas nacionalistas decimonónicas, otra cuestión palpitante por encima de fenómenos tan devastadores como el paro, el terrorismo o la recesión económica, lo que es más llamativo tratándose de gente, que por tradición, son tan amantes de la pela, de la buen vida y del pan con tomate, otro de los signos de identidad , señores como el ex honorable Pujol, el peluquero Llongueras y  Quim Monzó.

Pujol regaña a Buenafuente por no decir «gilipollas» en catalán, le ha reprochado que utilice el término «gilipollas», en lugar de ‘txitxarel-lo’, ‘gamarús’, ‘capsigrany’ o ‘poca-solta” Ha arengado a los catalanohablantes a «responsabilizarse cada uno de la defensa de la lengua». «Hemos de levantar la moral de la gente. Yo no me pienso rendir y seguiré luchando, porque sigo pensando que esto tiene salvación»,.» Hay que salvar el catalán» y para ello hace falta un gran sobreesfuerzo”

Llongueras dice que si Obama fuese catalán las selecciones catalanas llegarían antes.

Y Quim Monzó , escritor y periodista, denuncia que algunos jóvenes catalanes «quieren ser cosmopolitas y eso significa hablar mal» y advierte del «empobrecimiento» que está experimentando el catalán en la calle y en los medios de comunicación, al adoptar cada vez más expresiones del castellano. Ha alertado de que la lengua catalana va camino de convertirse en un dialecto del castellano e  insinuado irónicamente sobre la posibilidad de multar a los periodistas que cometan errores con el lenguaje: «Yo me apuntaría a recaudar el dinero. Nos forraríamos tanto que ya no haría falta ni la nueva financiación».

Monzó ha recordado que el hecho diferencial de los catalanes siempre había pasado «no por el RH sanguíneo sino por la lengua», pero actualmente esa identificación lingüística se va debilitando: «La gente ahora se identifica con una lengua llamada bilingüismo”  y de la inmersión lingüística  opina que es una falsedad, un mito que en realidad no ha existido nunca: «Conozco a profesores del cinturón industrial de Barcelona que en los años ochenta tenían que dar clases en castellano porque si no les hostiaban y les rompían las piernas».

No estamos de acuerdo en absoluto con Quim, es más, por un momento al hablar de RH me he acordado de Arzallus y de otros partidarios de la pureza étnica o de  sangre, aunque después entró el cuerpo en caja al comprobar que se trataba de una metáfora lingüística. Y si Franco no se cargó a una lengua tan antigua como el castellano, si lleva siglos persistiendo, a pesar de que su territorio esté habitado por unos políticos tan mediocres e irreverentes, nadie va a poder nada contra ella: está en el alma y en los genes de la gente. Y nos creemos lo del “hostiado y rotura de piernas” de los 80, porque en los 60 en la Universidad Laboral de Tarragona, en pleno franquismo, los profesores daban sus clases en catalán, con lo que los alumnos de otras precedencias no se enteraban de “ná”. Y tengo testigos-víctimas de aquello.

Además, tenemos primos viviendo en Barcelona que hablan un catalán muy aseado, casi como su lengua materna, y no perciben por ningún lado los fantasmas pujolianos, roviranos, llongueranos y si usted lo desea, q.monzonianos.

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