En el Cónclave, «extra omnes», todos fuera.

Extra omnes , «fuori tutti». Traduzcamos la expresión latina o italiana por “fuera todos”, menos los cardenales que van a intervenir en la elección del nuevo Santo Padre, a excepción –supongo- de las cuatro madres o monjas que han tenido la suerte de ser las elegidas para asistir a los cardenales, un indicio importante de cuál es el  papel que la SantaMadre tiene asignado a la mujer en el siglo XXI.

 Pues bien, mientras redactaba estas líneas he tenido la suerte de asistir a la primera fumata de la chimenea vaticana puesta ad hoc en la Capilla Sixtina–esperamos que no haya ningún escape que contamine tan extraordinarios óleos-, y ha salido un humo más negro que la reputación de Gil de Biedma, de la que él mismo nos habla en sus Poemas póstumos:

“De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,

 dejar atrás un sótano más negro

 que mi reputación –y ya es decir-,

 poner visillos blancos

y tomar criada,

 renunciar a la vida de bohemio,

 si vienes luego tú, pelmazo,

 embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes (…)

Seguiremos pendientes de la elección de uno de los hombres más influyentes del orbe, y mientras tanto les dejo unos enlaces provenientes de unos medios que aportan unas opiniones muy contrapuestas:

La ‘sucia docena’  de la pederastia participará en la elección del Papa

¿Te imaginas a Rouco de Papa?

Las apuestas prefieren a Scola

Dos mil años de intrigas en la historia del papado

Angelo Sodano llama a la unidad

10 cardenales con más posibilidades

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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