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Es el signo de los nuevos tiempos: un cantautor es perseguido por la justicia, a instancias del Centro Jurídico Tomas Moro , que ha presentado una querella por entender que ha atentado gravemente contra los sentimientos religiosos de los telespectadores.
Ya se sabe que en este país algunos artistas, sobre todo los llamados de la “zeja” –Z de zapatero- por la prensa de ultraderecha no gozan de prestigio y raro es el día en que no hacen burla de ellos. Ahora le ha tocado el turno a Javier Krahe que va a ser juzgado “por un delito continuado contra los sentimientos religiosos realizado presuntamente a través de un vídeo creado en 1978 y emitido en 2004 por Canal Plus, en el que se explicaba «cómo cocinar un Cristo para dos personas», por el juzgado de instrucción número 3 de Colmenar que ha acordado la apertura del juicio contra Krahe. La magistrada Alicia Barba de la Torres ha dispuesto que se pida una fianza de 192.000 euros a Krahe para asegurar las responsabilidades que pudieran imponerle
La Justicia, que después de varios años de trabajo sin resolver lo de la previsible inconstitucionalidad del Estatuto de Cataluña, aquel que fue bendecido por Zapatero-todo lo que saliera del Parlament sería respetado- y que ha provocado que más de 60 articulistas catalanes suscriban un manifiesto en defensa del Estatut en el que se advierte de que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el texto autonómico hará elegir a los catalanes «entre la involución y la secesión» -¿no aprenden del chasco de las consultas populares sobre la independencia?-, la Justicia, digo, ha encontrado un huequito para analizar aquello que urdió el irreverente Krahe hace 32 años cuando el furor iconoclasta se apoderó de nuevo de España.
El juez o la jueza que le toquen tendrá que decidir si se le debe aplicar el artículo 525 del Código penal a la escena aparecida en televisión que muestra “cómo una persona desprende el cuerpo de Cristo de una cruz, lo deposita en una fuente, lo unta con mantequilla y lo introduce después en el horno de una cocina al mismo tiempo que se hace el siguiente comentario: “Se deja tres días dentro del horno y sale solo”, frase que se ve acompañada de una imagen del Cristo saliendo del horno arrastrado por un hilo”.
