(Estos españolistas, distraídos con nuestro anzuelo del ‘derecho a decidir’, no se han percatado de que, ya oficialmente desde mayo, la verdadera Nación que lograremos independizar no es ni se llamará Cataluña, sino… los ‘Países Catalanes’!)
En la Proposición no de Ley 162/000636, presentada en el Congreso por el Grupo Parlamentario Mixto [ERC, Amaiur y BNG], sobre medidas para permitir el Derecho de Autodeterminación de los Pueblos, además de Galiza y Euskal Herria, se habla de Països Catalans, cuando en realidad el pueblo que votó el Estatut fue Catalunya sin las Baleares o Valencia, siguiente objetivo del imperialismo catalanista que ya ha quitado la piel al oso antes de cazarlo.
El engaño de la historia y de la realidad se extiende además hacia algo tan poco modificable como es el pasado. Así mienten cuan dicen que Jaime I creó lo que denominamos los “Países Catalanes”, eludiendo nombrar a la Corona de Aragón, a la que pertenecían los territorios de la actual Cataluña y cuando afirman que «los dominios de Cataluña se extendieron por todo el mediterráneo : Mallorca, Valencia, Sicilia, Cerdeña y Nápoles. La realidad es que el rey Jaime I era el titular de la Corona de Aragón, y Cataluña nunca tuvo dominios en el Mediterráneo porque no tuvo entidad regia diferenciada.
No pasó de ser uno de los territorios que quedaron incorporados al Reino de Aragón como consecuencia de la expansión de éste a lo largo de la historia., como hemos repetido insistentemente.
De una forma delirante también presentan a Cataluña como un “reino”: a partir de
Ramón Berenguer IV, los condes de Barcelona también serán reyes de Aragón», fruto de una supuesta «anexión» del Reino de Aragón al «reino» de Cataluña. Y que Jaime I fue «rey de Cataluña y Aragón», cuando en realidad fue el conde Ramón Berenguer IV, el que incorporó esos territorios condales al dominio del Reino de Aragón cuando el rey aragonés Ramiro II casó a su hija Petronila con Ramón Berenguer IV.
Y otra genialidad en la que se inventan que Cataluña fue un Estado: en la guerra de Sucesión se afirma que «la apuesta de Cataluña en favor de Carlos de Austria y contra Felipe V, en el conflicto sucesorio por la corona española, supuso la pérdida de todos los derechos y de las instituciones de gobierno que tenía como “estado”, dentro de la monarquía hispánica» cuando en realidad Cataluña no tuvo nunca la consideración real de «Estado». No pasó de ser uno más de los dominios de la histórica Corona de Aragón, como hemos venido diciendo exhaustivamente.
Y más dislates: La Generalitat afirma que «Cataluña, como otros países europeos», operaba comercialmente con América desde Sevilla y Cádiz porque «el Nuevo Mundo, por orden de Isabel la Católica, se incorporó en exclusiva al Reino de Castilla» cuando en realidad ni antes, ni durante ni después del reinado de los Reyes Católicos Cataluña tuvo la consideración de «país europeo» -algo que sigue sucediendo en la actualidad mal que le pese a Mas- ni, por tanto, operó como tal en el comercio con América. Cataluña era una parte más de la histórica Corona de Aragón.
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