El líder del PP andaluz no es la primera vez que participa de esa ceremonia de la confusión en que se está convirtiendo el desgraciado caso de Marta del Castillo cuyo cuerpo sigue sin aparecer ni en el vertedero, ni antes en el río, lugares en donde los delincuentes lo situaron en dos versiones diferentes. El cuerpo no ha podido esfumarse, tiene que estar en algún sitio quizá desconocido para todos los cinco imputados hasta el momento.
Puede que no aparezca nunca como ha ocurrido en otras ocasiones, recuerden los más viejos el caso del Nani en que los policías condenados nunca dijeron su paradero. Aquí podría ocurrir los mismo pues los jóvenes delincuentes, aunque no sepan latín, si saben que la condena sin el corpus delicti puede ser más benigna, y, en la misma línea, también le habrán explicado los hábiles letrados aquello de in dubium pro reo.
Todas estas consideraciones no nos van a desviar del primer propósito: comprobar que algunos partidos políticos, en su caso el PP, pueden llegar a caer en la tentación de instrumentalizar el dolor y la inquietud de los padres afectados por tamaña desgracia, caso de el padre y el tío de Marta del Castillo que acudieron ayer al debate de la proposición no de ley, presentada por el PP, para el aumento y el cumplimiento íntegro de las condenas, así como sobre la cadena perpetua para casos como los de la joven Marta del Castillo y la niña Mari Luz, y que fue rechazada con los votos del PSOE y de IU.
Como consecuencia de esto El PP-Andalucía ha denunciado hoy la falta de sensibilidad y delicadeza mostrada por el presidente andaluz, José Antonio Griñán, con la familia de Marta del Castillo durante su asistencia ayer al pleno del Parlamento para el debate de una iniciativa sobre al aumento y cumplimiento de las condenas, que el PSOE e IU rechazaron, en boca de Jaime Raynaud, que ha expresado la tristeza y decepción que le causó la actitud del PSOE y en particular del presidente andaluz por «ni siquiera a acercase» a saludar a los familiares de Marta del Castillo, cuando los suyos propios e IU, si lo hicieron.
El PP se rodeó ayer de la familia de Marta del Castillo, de los padres de Mari Luz y de la madre y hermana del concejal Alberto Jiménez Becerril, asesinado por ETA, para defender en el Parlamento su plan de protección a las víctimas, que incluye abrir un debate sobre la cadena perpetua, donde Arenas, usó un lenguaje cargado de emotividad –recordó que los asesinos de Alberto y Ascen, los que brindaron con champán y marisco, disfrutan de beneficios penitenciarios- para sostener que en España hace falta abrir un debate sobre la cadena perpetua. “No se le pueden poner puertas al campo. Más de un millón de personas han firmado esta petición”
A todo esto, Diego Valderas, de IU, criticó el “oportunismo y el carácter electoralista” de la medida y dijo que “no se puede legislar desde la emotividad”. Consideró que la cadena perpetua “es un código más primitivo que rehabilitador” y que exige un debate social más profundo.
