Hecho el chusquero o patatero sondeo aunque anónimo, ha quedado claro que la mayoría de los preguntados visitan un tomatero programa dirigido por un transgresor y desahogado periodista al alimón con una belleza pizpireta con ojos de azabache que podría pasar por la hurí de la TDT,programa que durante bastantes minutos de la tarde distrae a un gran número de televidentes en detrimento de la 2.
Por el programa desfila una variada fauna, no estamos lejos de la 2, de grado o por fuerza, en que aparecen personas de toda condición sin ningún orden establecido: lo mismo aparece el yate real con algunos de sus miembros que el de don Francisco el Pocero-buena entrevista la del Loco de la Colina-que es de los que lo tienen de más grandes dimensiones, o doña Isabel Pantoja, sus conciertos y desventuras, y su hijo Quico al trote cochinero con su nueva novia-para un servidor es de los ejemplos más sangrantes:el acoso y derribo de este muchacho al que la desgracia le acompaña desde su nacimiento-, o los toreros con sus fracasos,Ortega Cano y Conde,o con su arte,valor y reptidas cogidas,Tomás, o el nuevo novio-visto y ya no visto-de Terelu, o representantes de la aristocracia, la duquesita, o de la falocracia,Pipi, o las entradas y salidas en la cárcel, en el hospital y en los juzgados de algunos malayos, y las visitas a clínicas,cementerios y funerales donde haya concentración de famosos, detrás de los que siempre aparece, por lo menos en Andalucía, su radio de acción, el Mocito Feliz, con su cerrada barba negra y su ejemplar de la Farola colgado del cuello.
En la actualidad disputa este programa a otros el reinado del morbo que ya va produciendo mefíticas prolongaciones:siguen un misterioso turno en la elección de sus presas, vivas o muertas, que en esto no hacen distinción.Seguramente en el segundo caso sí son carroñeros puros.
Y mejor será terminar por hoy, no sin antes felicitar al Sr.Rovira, un republicano con su foto quemada junto a su Rey, por esos pirómanos de vía estrecha: no se debe quemar a nadie.La Santa Inquisición ya pasó, aunque siempre surgirán inquisidores, como los hongos después de la lluvia.