La noticia se refiere a la operación «Astapa», en Estepona:
“El alcalde socialista y dos ediles manejaron una ‘caja b’ con el dinero obtenido – El Ayuntamiento contrató sin concurso a amigos y parientes de los concejales”
Lo entrecomillado es una de las entradillas de El País, no hemos tenido que irnos a otros periódicos menos afines, aunque si les digo la verdad los he hojeado y por lo menos no aparecen en primera plana estas noticias de corrupción inmobiliaria, seguramente porque están enfrascados en la defensa del condenado (judicialmente) FJL, el Congreso del PP del domingo y el 11-M. Aquí Ágata Ruiz de la Prada debería dar un puñetazo encima de la mesa y decirle al esposo que ya está bien.
Todo viene relacionado, así de aquellos polvos vinieron estos lodos: todo se está derrumbando estrepitosamente, seguimos batiendo records negativos, siguen cayendo los que se enriquecieron ilícitamente, y como sigan tirando de la manta van a tener que hacer nuevos módulos carcelarios para estos nuevos delincuentes adscritos al ladrillo: aquí tiene una explicación de por qué los precios de los pisos tenían (y tienen) esos precios tan desorbitados: tenía que pagar finalmente el comprador muchos impuestos revolucionarios.
El último que ha caído ha sido el alcalde de Estepona del que ponemos un vídeo de cuando era un joven médico alergólogo y fue a un concurso televisivo buscando el amor. Se presenta como alguien con gustos bucólicos: después se metió en política y entró en esa especie de espiral de las comisiones ilegales, seguramente sin sopesar que una vez dentro del sistema ya no podría salir o saldría esposado del ayuntamiento.
La lenta justicia acaba por llegar y circunscribiéndonos sólo a Málaga ya hablan de que cuando acabe su misión en la costa seguirá persiguiendo delitos en el interior de la provincia en donde, hace tiempo ya, los tiburones inmobiliarios y corruptores de alcaldes vienen actuando sigilosamente, una vez agotados los caladeros del litoral.
Por último reproducimos un gráfico en que se contempla la intensa caída que experimenta el sector de la construcción, según las estadísticas oficiales elaboradas por el Banco de España: el derrumbe que, desde hace meses, registra algunos de los principales indicadores del mercado inmobiliario nacional traspasa, literalmente, los gráficos diseñados al uso.
