El Rey, acompañado por la Reina y los Príncipes de Asturias, presidió este lunes la celebración de la Pascua Militar, que este año coincide con el vigésimo aniversario de la participación de las Fuerzas Armadas españolas en misiones internacionales de paz. Don Juan Carlos aseguró que «España se muestra decidida a contribuir activamente» para, «ante la grave crisis que vive Oriente Próximo», lograr «un alto el fuego», y reclamó «el despliegue de todos los esfuerzos diplomáticos necesarios» para conseguirlo.
Por su parte, la ministra de Defensa, Carme Chacón en su discurso ha expresado el compromiso de las Fuerzas Armadas con la igualdad de género y la paz mundial y anunciado la celebración de una serie de actos para conmemorar los 20 años participando en misiones de paz.y que el Ejército contará con menos recursos el año próximo pero ha prometido que “se hará más con menos” aunque las restricciones presupuestarias no van a evitar dotar a nuestras tropas de mejores medidas de seguridad como «inhibidores de frecuencia» o naves «no tripuladas».
Algunos periódicos, de los que se muestran más críticos con el Rey, sin embargo,y a pesar del buen tono de ambos discursos han puesto el acento en que la Casa Real ha vuelto a vetar a los periodistas para evitar los tradicionales corrillos y sobre todo en algo más frívolo y rompedor de la etiqueta propia de estos saraos monárquicos-político-militares: el atuendo , el peinado y el maquillaje de la ministra. Porque, a) la invitación cursada por la Casa Real pedía para las mujeres vestido largo y Chacón se presentó con un traje de chaqueta y pantalón, negro, de marcado estilo masculino, que contrastaba con los trajes largos que lucían la Reina Sofía y la Princesa Letizia, quien, como estamos en crisis, repitió el modelo verde lucido el año pasado durante el mismo acto. Nos tememos que detrás de estas críticas pueden estar Ágatha Ruiz de la Prada y Jaime Peñafiel, que le tiene una particular inquina a Letizia, a la que no perdona ni su pasado ni plebeyez.
También llamó la atención el peinado y el maquillaje de la ministra: con el pelo totalmente recogido terminado en un moño y una llamativa sombra de ojos rosa.
Esta ministra promete: no sólo suena a presidenciable y sino que además fue la que dio más que hablar en la recepción Real, que es de lo que se trata.
