Todo lo anterior ocurrió preferentemente a orillas del Segre, porque en
Se celebró el Desfile militar por el Paseo de
La una la de don Alfonso Guerra, no amigo de estos fastos pero esta vez fue que sí: don Alfonso el que fue muy conocido en su día por haber creado la frase de que”A España no la va a conocer ni la madre que la parió”, que tuvo un doble significado según la reprodujera un seguidor de Pablo Iglesias o de Gil Robles, estuvo.
La otra es la del representante del Estado en las Vascongadas, el del sonsonete de “los vascos y las vascas,” que no se gana bien el sueldo porque su obligación es asistir a los actos institucionales y no traerle de vez en cuando, debajo del brazo, problemas y quebraderos de cabeza a sus jefes en Madrid. Que dimita de una vez si no quiere ser un representante leal del Estado en su Región, no vaya a ser que Zapatero se enfade. También estuvo Montilla.
Mientras tanto la episcopaliana emisora continúa pidiendo la abdicación del rey Juan Carlos por la boca de un señor que parece cargado de complejos y da el perfil atribuído antiguamente al español: bajito y cabreado, que se considera agnóstico y que tiene bula ante una jerarquía que en algunas ocasiones despide a profesores que imparten su religión porque se unen a gente divorciada o a dan mal ejemplo saliendo a tomar copas.