Algunos con un inmenso poder, caso de Nixon, dimitieron por mentir. Otros como Camps, que está a punto de reconocer que se ha hartado de decir mentiras, a punto de declararse convicto y confeso , con lo que eso conlleva, pudiera ir por el mismo camino y aunque estemos en un pais en el que la justicia funciona a veces de un manera tan peculiar, como encausar al juez Garzón que, defectos de todos conocidos aparte, es reconocido mundialmente como un gran luchador por las libertades, está a punto de ser juzgado y condenado por intentar enjuiciar los crímenes del franquismo por denuncias interesadas, o lo más próximo en el tiempo: la cúpula de Interior, la que más exitos ha tenido en la lucha contra ETA está siendo acusada de…colaborar con la banda , en esta ocasión por lo menos la justicia, no dejándose llevar por enormes presiones no solo políticas sino del pueblo que de nuevo lo ha elegido mayoritariamente en las urnas, está dispuesta a seguir hasta el final con Camps y llevarlo a juicio con el baldón y desprestigio que eso supone para la clase política en especial para su partido que está moviendo ficha y obligando al mentiroso a aceptar su culpa para evitar el mal mayor del banquillo.
Pronto sabremos si acepta y lo que hará finalmente su partido y lo que no sabremos nunca es qué pensarán en su fuero interno los valencianos que conociendo toda la trama de Gurtel en Valencia no obró en consecuencia: el recibir regalos de parte de unos facinerosos no ibar a ser gratis et amore, conociendo el amor por el dinero de los personajes, algunos ya en la cárcel,. sino por unos hechos que se relatan en el auto judicial y que son desglosados y analizados por Javier Pradera en El País:
-“conseguir contratas por importe de más de 13 millones de euros de la Generalitat (las ferias de turismo y la visita del Papa). También sirvió a los populares para triangular operaciones de financiación irregular realizadas en su beneficio por empresas concesionarias y destinadas a ocultar pagos publicitarios en las campañas electorales de 2007 y 2008 por encima de los topes legales. Y todavía queda por averiguar la cuantía de las comisiones percibidas por la trama Gürtel a cuenta de sus servicios de intermediación en provecho de empresas beneficiadas por la Generalitat valenciana.
– “aceitar” el acceso de Orange Market —su nao capitana en Valencia— a la Generalitat aun sin responder estrictamente a contraprestaciones específicas.
– La lista de bodas cómica y hortera del cohecho pasivo impropio sumó más de 40.000 euros gastados en ropa y complementos; al presidente Camps le correspondieron 12 trajes, 4 americanas y 9 prendas de vestir. El irresistible deseo de los cuatro cargos públicos de incrementar su fondo de armario les impidió percatarse siquiera —en el mejor de los casos— de que estaban abriendo las puertas de la Generalitat a una banda de estafadores…
Esteban González Pons, que anunció hace cinco meses su propósito de “poner las dos manos sobre el fuego” por Francisco Camps, corre el peligro de ser ingresado en la unidad de grandes quemados de algún hospital. Y a menos que el todavía presidente de la Generalidad valenciana brindase la solución de presentar la dimisión de su cargo, Rajoy se enfrentaría con una situación especialmente peliaguda si el juicio contra Camps se celebrase antes de las elecciones generales y pusiera en peligro su victoria por mayoría absoluta.”
