De las memeces de Egibar a las satisfacciones de Montoro

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montoro

joseba egibar

 No hay que rebuscar mucho entre las opiniones que se vierten en los medios para encontrar las que destacan o por la idiocia o por el ingenio del que las hace o el objeto sobre el que se opina, que puede ser algo tan abstracto en sí como un País llamado España, al que su concreción se la dan 47 millones de criaturas o un ser excesivo en sus cálculos, un intolerante y falto de rigor de tomo y lomo como es el andaluz Montoro. Los opinantes son, por un lado, el escritor Juan José Millás y, por otro, alguien que ha sido llamado cretino, una vez más, por Carlos Herrera, el peneuvista Joseba Egibar, por sus recomendaciones económicas.

Y dejando a un lado los circunloquios que tanto despistan al lector, vamos al grano:

Dice Juan José Millás del ex ministro Montoro: «Este hombre babea con el número de parados como el avaro saliva con el número de monedas», “la diferencia entre Montoro y el avaro es que éste oculta sus posesiones y disimula su dicha, mientras que aquél las expone públicamente, sin cortarse un pelo”
“Cada parado nuevo le provoca un orgasmo”, “También le excitan la caída del PIB o el aumento del déficit, seamos justos, pero lo que de verdad le pone hasta extremos difíciles de entender es el aumento de la cola frente a las oficinas del Inem.”, “Este Montoro […] se ha revelado en el infortunio colectivo como un humorista de  primera”,”La crisis le ha quitado quince años de encima.”

Es Juan José Millás muy dado a mezclar la realidad con la ficción pero, a la vista de cómo se conduce su personaje descrito, esta vez ha estado muy ajustado a la realidad por mucho que esta haya estado adobada con sus exornos literarios. Nosotros añadiríamos que este político del PP, que previsiblemente conducirá nuestra malhadada economía en los  próximos años, ha ganado peso físico que atribuimos no a la satisfacción que le producen los fracasos socialistas sino al inexorable paso del tiempo y sus cambios metabólicos.

¿Y qué decir del vasco Egibar y de su profunda decepción porque su región no se haya descompuesto ante la llegada de la normalidad democrática? Se lo han dicho algunos, desde su insistencia en la cretinez según Herrera hasta «Si las tonterías volaran, el espacio aéreo de Euskadi estaría saturado»,  de Antonio Basagoiti . Por un lado en Europa las cenizas volcánicas islandesas y por otro las memeces egibarianas…

¿Y qué ha dicho? : «Hay que dejar de exportar al resto del Estado y buscar fuera mercados más difíciles, que estén más lejos”, “España es «sinónimo de prohibición y negación política  y un lastre en lo económico, que no tiene remedio».

 

One comment

  1. Es el partidismo catastrófico. No se trata de gobernar se trata de ganar a la oposición.
    Así el uno goza con el daño del país Montoro.
    Y el delirio de Egibar, es no entender que sus memeces fueron las que llevaron a su partido a la oposición. Es como el otro idiota esta vez catalanista que hizo las delicias del los productores de cava Valencianos Aragoneses y Riojanos. Al conseguir que el cliente identifique el cava con Cataluña y el nacionalismo. ¡A ver si los vascos se tienen que ir a china para vendernos desde allí!
    Darío

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