La endémica corrupción andaluza según Antonio Burgos

zarrias

Cree este chico –en el sentido de la juventud productiva de su cacumen y no atendiendo ni a su edad cronológica ni a sus rancias ideas– que, como la caridad bien entendida debe empezar por uno mismo, la limpieza de la casa propia andaluza debe comenzar por los cuartos interiores, por un concienzudo sacudir las alfombras, terminando por el zaguán y acabando en la fachada, y más ahora en que la Semana Santa pronto llegará y es costumbre en Andalucía darle una manita de cal. En esta ocasión, como casi siempre, remueve la basura y detritus socialistas con una finalidad que solo él sabe o que los demás no imaginamos.

No otro es el propósito de este sevillano al que se le atragantan algunos desde tiempos muy remotos,  como por ejemplo Alfonso Guerra. A Antoñito le ha sentado como un tiro que lo hayan nombrado hijo predilecto de Andalucía: “encima se limpian en las cortinas –todos sabemos el chiste aquel y lo que, “después de aquello”, se limpian con las cortinas- nombrando hijo predilecto de Andalucía al Mienmano de Juan Guerra

Pero a lo que vamos: en el humorístico artículo Las dos varas piensa que hay dos varas de medir la corrupción y que la ventaja que tienen los socialistas sobre los populares es la tenencia de un Rubalcaba en su vida.

Pinchando en Las dos varas pueden leerlo completo, pero para rellenar el post y para el propio divertimento sucumbo a la tentación de copiar y pegar algunos párrafos:

“Hay gestiones administrativas y políticas del PP de tal eficacia, austeridad y rectitud que los progres sólo las perdonan con un cáncer, ante el que bajan su vara de medir. De medir las costillas de todo lo que huela a PP: leña al mono, que es un facha.
Hay, pues, una vara para medir en Valencia y una vara para medir en Andalucía. Por una sencilla razón: porque en Valencia gobierna el PP y en Andalucía, el PSOE. Lo digo por los trajes y por los ERES. ¿Cuántos valen tres asquerosos trajes de Milano, una mierda de trajes, ni siquiera cortados por el sastre del Rey, sino confección de serie y del montón? Media pringá. ¿Y cuántos cientos de miles de trajes de Milano se pueden comprar con los millones de caudales públicos que se han ido a manos privadas por el sumidero andaluz de Mercasevilla y de los Eres, en el que se ha obrado el milagro asociado de que un señor con el carné, por ser vos quien sois, pase de botones de González Byass a presidente del Consejo Regulador del Marco de Jerez, tras dedicarse a repartir millones entre sus antiguos compañeros de trabajo como el rey mago que tira caramelos? ¿Qué hubiera pasado si en Valencia se descubre que un consejero del PP que trabajó como reponedor en Mercadona se dedica a repartir millones entre sus antiguos compañeros, tras ser nombrado presidente del Tribunal de las Aguas?

 La endémica corrupción andaluza, no el flamenco, debería haber sido declarada por la Unesco patrimonio de la Humanidad. Pero No Passsa Nada. Aquí no hay más problema nacional que el guardarropas de Camps, al que literalmente han sacado del armario: del armario donde guardaba los tres tristes trajes de Milano. Voy a lo de siempre: cuando uno del PP mete la mano en la manteca, sale esposado en el telediario, casi con conexión en directo, y lo ven en toda España. etc.”

 

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