Desde la autoridad que le confiere su estatus de ser la reina del superpijerío, aunque algo pasada vitalmente hablando, anuncia sus propósitos de no dejar pasar ni una al actual gobierno como ya hizo con “la panda de descerebrados de Zapatero cuyo gobierno fue una lacra”
Ahora se dirige al gobierno de Rajoy en el que ve peligrosos tics socialdemócratas desde su twiter haciendo un llamamiento a la rebelión fiscal, a la desobediencia civil tributaria» Dice: “¿Alguien me explica como se puede ser tan irresponsable para decir que no subirá los impuestos y hacerlo nada mas empezar la legislatura?? (sic) “»Pero podían recortar tantas estupideces de consejeros, guardaespaldas, coches, edificios. Que los vendan!» (sic). Y sobre el caso Noós: “sinvergüenza y vergonzoso, lo primero que Urdangarin devuelva lo robado, y todos los que han hecho lo mismo y el déficit bajaría…» (sic)
No obstante Rajoy y su gobierno deben considerar a Lomana un enemigo menor comparado con los que va a tener que lidiar, uno de los más importantes el gobierno catalán y otros que dirigen otras comunidades que hacen que el resto de los españoles no seamos iguales ante las leyes económicas –en las otras evidentemente que no-, algo de lo cual contábamos ayer en Año nuevo, discursos viejos en Cataluña : un político nacionalista del segundo escalón, Oriol Pujol, se ha atrevido a amenazar al Gobierno con cerrar las cajas y organizar un pseudo referéndum sobre la relación económica de Cataluña con España. Antes Artur Mas en el mensaje de fin de año ya dijo que «Catalunya quiere ver respetada su identidad, sus instituciones, su cultura, sus derechos y su lengua», aproximadamente lo mismo que pensamos en Andalucía o en la Rioja.
Hoy la cosa ha continuado calentándose : : Cataluña se rebela contra el control de los Presupuestos autonómicos de Rajoy .El portavoz de la Generalitat responde a Luis de Guindos que la medida «no tiene ni pies ni cabeza» y tacha lo que considera una injerencia externa de «inadmisible e intolerable» O dicho de otra manera: El Gobierno aplicará un control previo a los presupuestos regionales.
Algo se tendrá que hacer cuando se ha comprobado que el déficit que padece el Estado y que nos tiene en riesgo de intervención proviene de las comunidades autónomas en las que gobierna – o desgobierna– en su inmensa mayoría el partido popular. El ejemplo más lacerante y clamoroso es Valencia donde se han tirado miles de millones de euros a espuertas, algo que quieren rectificar ahora bajándole los sueldos a los funcionarios, entre otras medidas a cual más demagogicas.
