Aunque hay ahora mismo una agresiva campaña gubernamental en la que se dice que España no es Grecia no estaría de más que fuéramos, por si las moscas, poniendo las nuestras en remojo. Como sigan así las cosas aquí no se van a librar del rapado ni los barbilampiños, continuando con la desgastada metáfora. O bueno se librarían los de siempre las ‘obscenas’ pensiones de los jefazos del BSCH como se nos dice en Periodista Digital, el diario del a su vez agresivo y temperamental Alfonso Rojo: “Es escandaloso, sobre todo con casi cinco millones de parados y con la que está cayendo. Además de Botín y Sáenz, los otros ‘afortunados’ son Francisco Luzón López (53,5 millones asignados); Matías Rodríguez Inciarte (52,5 millones); Ana Patricia Botín (23,7 millones) y Juan Rodríguez Inciarte (10,9 millones).”
Todo un panorama estremecedor, decimos nosotros, sobre todo para los 4.640.000 parados oficiales que si empezaran a dar saltos ante la contemplación de esa barbaridad todos a la vez podrían originar un terremoto. A parecer aquí no tenemos un Obama que le tire de las orejas a esos privilegiados.
Pero si de verdad nuestra situación no mejora notablemente y ya fuéramos Grecia, de la noche a la mañana tendríamos que afrontar la situación de esta manera tan traumática y qué diría ante ellas Montoro y compañía cuando ahora no permiten ni una sola de las suaves medidas económicas que quiere poner en marcha el Ejecutivo: recuerden la llamada a la rebelión fiscal en su Comunidad de ESPE Aguirre por la suave subida del IVA un par de puntos. Así que si hoy fuéramos Grecia nos enfrentaríamos –donde se ve que pagarían los de siempre- a:
– Reducción de salarios públicos: A los que cobren más de 3.000 euros mensuales se les eliminarán dos pagas extras. El objetivo es reducir en un 16% los salarios. Al mismo tiempo, los sueldos de todos los empleados públicos quedarán congelados los próximos tres años. También se paralizarán las contrataciones de funcionarios.
– Recorte de pensiones. Los pensionistas serán el otro gran colectivo afectado por el plan de ajuste. Como los funcionarios, los jubilados griegos con más ingresos (más de 2.500 euros) perderán dos pagas extras. El resto verá congelada su paga en los próximos tres años. También se contempla un aumento del periodo de cómputo para calcular la cuantía final de la pensión, que pasará a ser de toda la vida laboral. Por último, se aumentará gradualmente -hasta 2015- el número de años cotizados de 37 a 40 para recibir el 100% de la pensión (en España, esa cifra se sitúa ahora en 35 años).
– Aumento de la presión fiscal. Además de recortar gastos, el Ejecutivo del socialista Papandreu también tratará de aumentar sus ingresos a través de una nueva subida de impuestos. Ya en marzo, el IVA subió del 19% al 21%. Ahora llegará hasta el 23%.
Y ya no seguimos con las medidas porque nos ha dejado descolocados algunos datos: los griegos tienen un paro del 13, 2 % cuando nosotros superamos el 20 % y algunas provincias andaluzas pasan del 30 %.
