La Ley de Murphy en las Olimpiadas

Después de varios días tenemos en el medallero un rosco monumental, como el que ayer le endosó un japonés en un set al gran David Ferrer eliminándolo  posteriormente, como el cero goles que figura en el casillero del equipo de fútbol que cuenta con campeones del mundo y varias veces de Europa en sus filas, a pesar de lo cual tenemos que escuchar a sus entrenador Milla decir que está ¡satisfecho ! del trabajo de sus chicos y de que si no nos hubieran eliminado las potencias futbolísticas de Honduras ( estaba en el palco junto a la Reina, Trillo, el de  ¡ viva Honduras ! : mala suerte como otros desgraciados eventos ocurridos en su mandato pese a lo cual ha sido premiado con una embajada en Londres) y Japón, estaríamos para medalla…, aunque esta inusitada tendencia se rompió ayer con la  plata de Mireia Belmonte .

Parece que las desgracias del país con el desmoronamiento del estado de bienestar facilitado por las medidas de Rajoy –Lagarde reconoce los esfuerzos de España, aunque no funcionen– se han trasladado a los deportistas, de manera que el critico deportivo Alfredo Relaño en As, 010812. cree que España está bajo la Ley de Murphy:

 «Pasan los días y España no se estrena en el medallero, en el que ya figuran cuarenta y tres países, con EE UU y China a la cabeza, a la greña por las insinuaciones americanas contra Shiwen Ye. España no se ha estrenado porque la tostada siempre cae del lado de la mantequilla. Parece que hemos entrado con mal pie en estos JJ OO, en los que antes de ir ya habíamos perdido algunas medallas. La de Nadal, que dábamos por hecha. La de Samuel Sánchez, que casi diría que también. La posibilidad de Óscar Freire. Y pronto sobrevino la sorpresa de la caída del fútbol, con el estrépito que eso supone.

Tres postes y un arbitraje lesivo tuvieron la culpa, además del descuido en todo lo que no fue la media hora final del segundo partido. Tres postes llevamos también intentando medalla, con Carrera, Uriarte y Elosegi, que se quedaron en diploma. Tampoco Mireia Belmonte nos ha dado aún la alegría que esperábamos y ayer volvimos a ver el contratiempo arbitral, esta vez en waterpolo, con el gol fantasma final de Iván Pérez, que resucitó discusiones futboleras. En balonmano, chicos y chicas pierden puntos en los últimos segundos. El pronóstico sobre medallas mengua y el debate es si el fútbol debió ir o no ir.

Y para que nada falte, Mullera. Como Odriozola, que es la mosca en esta sopa desde hace años, no le sancionó cautelarmente, el TAS le ampara en urgencia y le autoriza a ir. Es lo que nos faltaba, con la fama que tenemos, que a falta de medallas el foco se centre en un atleta de tono medio al que se le descubrieron correos interesándose por un plan de dopaje. Odriozola se les escapó de las manos a Lissavetzky y Blanco, cuya debilidad por este provecto presidente nunca entendí. Miguel Cardenal trata de embridarle, pero la cosa ha salido regular tirando a mal. En fin:la Leyde Murphy.”

La Ley de Murphy –Wikipedia- es una forma cómica y mayoritariamente ficticia de explicar los infortunios en todo tipo de ámbitos que, a grandes rasgos, se basa en el adagio siguiente:

«Si algo puede salir mal, saldrá mal.»

La ley fue enunciada por Edward A. Murphy Jr., un ingeniero en desarrollo que trabajó durante un breve período en experimentos con cohetes sobre rieles, puestos en práctica por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en 1949

 

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