La losa de Carrillo: Paracuellos

Ha sido lo que ha perseguido a Carrillo toda su vida, hasta hoy, unos días después de su muerte y ahora que él mismo es memoria histórica: las sacas y los fusilamientos de presos procedentes de Madrid, en un número que va de 2000 a4000, en Paracuellos de Jarama y Torrejón de Ardoz siendo él Consejero de Orden Público, nombrado por la Junta de Defensa de Madrid, y que siempre ha achacado a “gente incontrolada.

 Este episodio es de los más estudiados y continúa siéndolo. Así Santiago González en su blog, 190912 –él mismo fue captado por el PC por la aureola de Santiago Carrillo-  dice refiriéndose a este hecho:

 “Lo peor estuvo en su juventud, cuando a los 21 años fue nombrado responsable de Orden Público enla Juntade Defensa de Madrid y su nombre quedó fatalmente relacionado con las sacas de presos franquistas y Paracuellos del Jarama.

 Esta era una historia que los jóvenes comunistas de entonces no asumíamos: descalificábamos con corazón los hechos por la fuente que nos los traía, sin llegar a procesarlos nunca intelectualmente. Como diría años después Zapatero al gran Suso de Toro sobre el fusilamiento de su abuelo: «no lo teníamos intelectualizado». Debo confesar que yo no acabé de creerlo hasta el 9 de enero de 2005, en que El País Semanal publicó una entrevista con el viejo líder con motivo de su nonagésimo cumpleaños. La lectura de la respuesta referida a Paracuellos, la incongruencia de su relato con los datos sólo podía llevar a una conclusión: Fue él”

Es muy clarificador el artículo firmado Viñas, Hernández, Ledesma y Preston ‘http://elpais.com/elpais/2012/05/14/opinion/1336994556_676295.html y sobre todo el de Victroria Prego en El Mundo, Léanlo en este vínculo:

 «La organización de asesinatos en serie requiere de una planificación amplia, larga y rigurosa, que hace inevitable que las noticias de los preparativos de nuevas matanzas trasciendan del ámbito de quienes las programan. Según consta en las declaraciones de los protagonistas y de testigos de lo sucedido, en el pueblo se sabe de antemano cuándo se van a producir nuevos fusilamientos. «Mañana va a haber besugo fresco», es la frase que los hombres de la localidad utilizan para anunciar que al día siguiente les espera tarea, aludiendo con ello a la expresión de los rostros de quienes morían de aquella forma violenta con cara de espanto y los ojos saltones, casi fuera de las órbitas».

 Y siguen más datos, tan espeluznantes, que es mejor no incidir más en el hecho. Sólo que todas las sacas que acabaron en Paracuellos  fueron firmados por el inmediato colaborador de Carrillo en Orden Público dela Juntade Defensa de Madrid: Segundo Serrano Poncela y que esos historiadores no  niegan su responsabilidad de Carrillo: sólo la diluyen.

 Las «sacas» se paralizaron por intervención del anarquista Melchor Rodríguez, un componente más dela Juntade Defensa. Había dicho el llamado ángel rojo por los franquistas: “a partir del día de la fecha, ningún preso saldrá de las cárceles madrileñas sin mi autorización expresa». Y se acabaron las matanzas de Paracuellos.

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