También podrán pensar que el bloguero sigue la misma táctica aunque sería algo errada esa suposición si tenemos en cuenta que este último espécimen, surgido al albur de las últimas tecnologías, suele hacerlo gratis et amore o casi exclusivamente para ser visitado: todo el que hace algo y lo expone al público tiene ese deseo.
Los dos principales periódicos del espectro, El País y El Mundo, son los que han coincidido en llevar la tórrida foto a portada e ignoramos si lo habrán hecho en las de papel que paulatinamente irán desapareciendo en las próximas décadas: hacen bien en irse atrayendo a los lectores del futuro.
Uno de los gurús actuales, junto a Pedrojota, Juan Luis Cebrián, consejero delegado del grupo Prisa, en la clausura de los XXVII Premios Ortega y Gasset dijo: «En 2043 desaparecerán los periódicos escritos porque no habrá lectores que los compren»,»Hace tiempo que el periódico no es el principal sistema de transmisión de las noticias; los de mi generación ya los usábamos para envolver la basura”.
Con esta táctica los periódicos serios también contribuirán al exorno de las cabinas de los camioneros y servirán además para la confección de los programas educativos sexuales de la Junta de Andalucía que tienen a Antonio Burgos sin sueño: La educación sexual de la Junta de Andalucía: una “guarrerida española”
Por lo demás, el fotograma que nos ocupa pertenece a la película “Habitación en Roma” en que Julio Medem “desnuda física y emocionalmente a Elena Anaya y a la actriz rusa Natasha Yarovenko, dos desconocidas que irán cambiando el anonimato inicial por un profundo conocimiento de sus impulsos más íntimos en una película que clausuró el último Festival de Cine Español de Málaga” y si quieren una crítica más profunda la pueden leer en Impostura lírica, puro Medem, por Carlos Boyero: “No sólo de masturbaciones, recíproco sexo oral, duchas libidinosas, y demás goces corporales se alimentan la lesbiana vocacional y la heterosexual confusa que descubren la fugaz plenitud durante la última noche de la primavera, sino también de fantasías y de fábulas, de confesiones desgarradoras e incestuosos recuerdos familiares, de medias verdades y mentiras sinceras…”
