Cristobal Montoro en la rueda de prensa del pasado 130712 -después del Consejo de Ministros que aprobó el Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad– contestando con explícita sorna a la pregunta sobre ‘moscosos’ y ‘canosos’ funcionariales.
.Moscosos, canosos y montoros
Cristobal Montoro, canoso de 62 años, es funcionario por oposición, obteniendo en 1989 la cátedra de Hacienda pública en la Universidad de Cantabria. En 1993 es elegido diputado por Madrid y en 1999 entró a formar parte del Comité ejecutivo del Partido Popular a nivel nacional. Desde la llegada del PP al gobierno se convierte en el hombre fuerte de Rodrigo Rato que le nombra Secretario de Estado de Economía y en la VII legislatura es designado Ministro de Hacienda. Tras las elecciones de 2004, en las que llega al poder el PSOE, cesa en su cargo y es elegidoeurodiputado en las elecciones de ese mismo año. En 2008 vuelve a ser elegidodiputado por Madrid, ocupando el cargo de portavoz en la Comisión de Economía y Hacienda hasta su nombramiento, el 22 de diciembre de 2011, como Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas del Gobierno de España.
Dicho de otro modo, este canoso no sabe, desde hace casi 20 años, lo que es ejercer de funcionario, siéndolo. 20 años que son los que lleva chupando de la teta de la política. Demasiados. De ahí que se entienda perfectamente que no le importe destruir a la Administración Pública en vez de reformarla y reducirla drásticamente. Entre otras razones porque él de eso sabe menos que de economía y mucho menos que de mentir a sus votantes y ciudadanía en general.
El espectáculo de la rueda de prensa del pasado sábado día 13 fue para echarse a llorar. No sólo diciendo medias verdades y ocultando datos, cual experto maestro navegante económico, sino incluso ridiculizando los ‘moscosos’ y, sobre todo, ‘canosos’, días, éstos, de libre disposición que tenían los empleados públicos de mayor edad como compensación a sus años de servicio, su falta de complemento de productividad, sus constantes pérdidas anuales relacionadas con el IPC, las posteriores congelaciones y recientes recortes.
Resumió la cuestión diciendo que los 6 días generales de libre disposición [‘moscosos’] pasan a tres y los días añadidos por antigüedad [‘canosos’] desaparecen. Como observarán si contemplan el vídeo adjunto, del término ‘canoso’ no ha dudado en cachondearse [provocando risas en el periodismo ilustrado] con el fin de dar la impresión de que eran un cachondeo.
Y es que el Ministro no tiene ni puñetera idea de lo que habla. Aquí no paramos de compararnos con el resto de Europa sin caer en la cuenta de las grandes diferencias en salarios medios y en el nivel de su Estado de Bienestar.
Así por ejemplo, sepan que los funcionarios españoles no tienen derecho a la prejubilación y que se jubilan a los 65 y se jubilarán a los 67; mientras que los franceses que lo hacen desde recientemente a los 62 y poco antes a los 60. Es decir, los funcionarios franceses tienen en estos momentos, si no me salen mal las cuentas 5×365=1825 días ‘canosos’ más que los funcionarios españoles. El tiempo que disfrutan de más su jubilación.
Había que buscar un chivo expiatorio y estos sin vergüenza lo han encontrado en el funcionariado. Cuando una sociedad se dedica a generalizar la crítica a los empleados públicos, fundamentalmente sin saber ni lo que está diciendo, para qué sirven, cuáles son sus responsabilidades, la necesidad de su estabilidad y la cuantía de sus sueldos, es que está pero que muy enferma.
También me gustaría saber cuántos de los antifuncionarios no se han presentado a oposiciones porque… ese trabajo les resultaba inmoral. O, simplemente, las suspendieron.
La mayoría de los empleados públicos que se presentan a las oposiciones para competir con miles de conciudadanos, es porque optan por intentar lograr una cierta estabilidad laboral -necesaria para el propio aparato del Estado- a cambio de cobrar unos salarios de subsistencia simplemente digna.
Con la actual demonización y bajadas salariales, van a ver vds quíén nos atiende en ventanilla, hospital, incendio u orden público y qué ocurre con nuestros expedientes. Ya les digo: lo mejor de cada casa.
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El 42% fue la pérdida salarial de los funcionarios públicos durante los 25 años anteriores a la crisis, sumando la diferencia anual entre el IPC y la subida real del sueldo.
