Personajes de T5: Leticia Sabater

Como  anticipo de la canícula, los contenidos han de hacerse más amables, sobre todo cuando se mezcla la política con el deporte y viceversa y los partidos políticos entre si haciendo extraños compañeros de cama: así la casi residual aunque muy necesaria IU consigue algunos ayuntamientos, como el de Zamora, de los más conservadores del país, gracias al PSOE -aún no sé si en mi pueblo Campillos el PP apoyará a IU para deshacer el empate con el PSOE- y por toda la piel de toro hay un sonrojante cambio de cromos para repartirse los ayuntamientos y comunidades que están en el aire. Al mismo tiempo, el mapa de la corrupción se va haciendo más denso e irrespirable y hoy le ha tocado a Gandía, la muy ilustre, patria de Francisco de Borja y uno de los municipios más turísticos del país. La policía ha entrado en su ayuntamiento buscando pana de la ‘Púnica’.

Pero el contenido de este post iba a ser más inane porque va a ser dedicado a uno de los monstruos a los que recurre telecinco para aumentar su audiencia, en este caso a Leticia Sabater y su valiente decisión de reconstruirse su maltrecho, suponemos, himen, acción que, al parecer,  al módico precio, entre 2 o 3000 euros, ha emprendido.

Así lo explica al escritor y premio Ondas de la radio Jorge J. Váquez y a sus más de 4 millones de espectadores:

«Cuando estoy con hombres que la tienen de tamaño normal no tengo ningún problema, el problema surge, cuando veo un pene del tamaño de un caballo». Su problema la llevó  a consultar con psicólogos y  no satisfecha con el diagnóstico de la psicología clínica, según el cual sus dificultades ante el coito se debían a los nervios y al estrés, la expresentadora de programas infantiles fue a Miami a consultar esta cuestión con el cirujano plástico que le operó los pechos. El especialistas le confirmó que su problema no era psicológico sino físico: su conducto vaginal tiene unas zonas fibrosas -«como callos»-, que impiden el correcto ensanchamiento en las relaciones sexuales.

También anunció que desde que se ha operado ha recibido propuestas por parte de en torno a «un millón de «desvirgadores» (sic), aunque aclaró que las ofertas no llevaban aparejada una contraprestación económica.Además se mostró feliz  por haber podido superar un problema que llegó a obsesionarle, pues como ella misma explicó «me he confundido a veces, pensando que podía ser lesbiana».

Este asunto, bajo el  hashtag «vaginasabater», se convirtió en uno de los asuntos más comentados en las redes sociales en la madrugada del viernes.

Divulgación cultural y científica en Telecinco no ha pasado inadvertida para los medios. Así en Libertad Digital, su humorista Fray Josepho glosa así la «operación» de Leticia:

«En el prime time soltó una conferencia
de (nunca mejor dicho) gran hondura.
Una lección enorme de cultura,
de ilustración empírica y de ciencia.

Un relámpago intenso de sapiencia,
un rayo de saber en la negrura.
En el atraso hispano, una hendidura
(nunca mejor). Y encima, con audiencia.

Mujer moderna, docta y femenina,
que sabe divulgar la medicina
con suma precisión y con ahínco.

Y en un servicio público selecto,
nos la ofreció, en vivísimo directo,
la espléndida cadena Telecinco»

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