Quizás caprichosamente he elegido estas tres fotos para escenificar tres épocas de nuestra reciente historia, la posguerra, la transición y la modernidad a las que ustedes le pondrán el correspondiente pie(de foto) sin ninguna dificultad.
Siguiendo el hilo del relato de ayer seguramente si se quitan algunos símbolos al mismo tiempo que se recuperan todos los restos humanos posibles nos acercaríamos a una razonable paz, suponiendo que ya no la hubiere en lo referente a estos temas, pero si ha sido promovida su definitiva solución es porque habrá sido demandado por un suficiente número de personas y sus representantes en la capital del Estado.
Derribar la Cruz de los Caídos en aquel pueblo no fue un puro trámite requerido por los vientos de la Historia, o el resultado de una simple votación en un Pleno municipal o una solemne celebración democrática sino que fue recibida la lidia de este miura por parte de un Alcalde que además era foráneo con división de opiniones, en unos produjo satisfacción y en otros resquemores, según se consideraran in pectore derrotados o vencedores de aquella lejana contienda que estableció unas trincheras más que virtuales al estar a ambos lados los miembros de una misma familia o el resultado de un azaroso viaje o de unas vacaciones que, por supuesto, los que estaban adscritos a la gleba jamás las disfrutaron o bien por el resultado del sorteo para el servicio militar.La ideología como suele ser habitual fue impuesta por unos cuantos de ambos bandos, a la manera bolchevique,salvando las distancias y la idiosincracia latinas.Tampoco ayudó mucho en esta decisión el búnker que residía en la capital de la provincia,que aún no se creía el harakiri que se hicieron las Cortes franquistas siguiendo la línea de pensamiento del gran Suárez, por lo que en aquellos días las líneas telefónicas estaban bastante recalentadas, lo que no impidió que el citado Alcalde se creciera ante el castigo a pesar de que en más de una ocasión y por otras actuaciones de parecido corte infractor, además de ésta, fuera visitado ,eso sí, con buenas maneras por miembros de la Benemérita cuyo adalid residía en la cabecera de la comarca,cuna del Pollo Romero.
