“ No es eso, no es eso”: Ortega y Gasset así decía en su conferencia del Cinema de la Opera de Madrid el 6 de diciembre de 1931, sobre la deriva que llevaba el régimen republicano. Tituló la conferencia “Rectificación de la República”, pero ya sabemos cómo acabó la República: los desmanes que se cometieron acabaron por destruirla con el resultado de todos conocidos en que el comandantín arrambló con todo y el país sufrió los efectos del mal gobierno.
Cualquiera, ahora, y a la vista de tantos comportamientos fascistoides e impresentables, puede repetir aquella frase acerca de la democracia recuperada después de tantos lustros de dictadura: “No es eso, no es eso”Nos podemos referir a muchos deslenguados que se aprovechan de que en España la libertad de expresión alcanza techos poco igualados, de que no estamos en un país en que si dices algo sobre el país que te acoge, como poco, te pueden poner de patitas en la calle, y después, cuando se te haya pasado el susto, vas y lo cuentas.
Al entrar en el post ya se sabe a quien nos estamos refiriendo, a Luis Herrero, el diputado del PP, el aherrojado del feudo de Chávez, que contagiado del estilo libertario-ni el Vaticano está pudiendo con él- de Losantos ha llamado al juez Garzón, de la Audiencia Nacional, “cabrón con pintas” y “muflón”, mucho cuerno en los dos apelativos, que seguramente aumentarán es estado de ansiedad por el que fue internado hace unos días.
Este Herrero, que no sabemos si desciende del Herrero Tejedor joseantoniano y franquista, de ser así corre por sus venas un RH tal que así, se está aficionando demasiado al protagonismo de aquel al que ha dedicado esos insultos tabernarios no ha dejado de situarse en el ojo del huracán mediático con sus controvertidas declaraciones desde que fue espulsado de Venezuela tras criticar en público la ampliación de horario del proceso electoral hasta las seis de la tarde y llamar”dictador” a Chávez.
