Está visto que la señora o señorita, como dice Gala, Mª Dolores de Cospedal está dispuesta a estar todo el verano en el candelabro haciéndole una competencia desleal a las reinas del papel couché diseminadas por las playas españolas, inmersas en una mayor frivolidad, si cabe, que durante el resto del año, y lo hace ofreciendo unas declaraciones unidireccionales-sin que ningún incómodo periodista le haga preguntas, a modo de comunicado a lo Belén Esteban, que no es Abogado del Estado pero si la Flor de San Blas- que han merecido de la escopeta sin seguro que es M ª Antonia Iglesias los calificativos de “indecentes”, y duras palabras de María Teresa Fernández de la Vega, longuilíneo nombre como si quijotesca figura, que a su vez ha sido puesta “a caldo” por Antoñito Burgos, el azote de las mujeres socialistas, en Los indios guaraníes de la vice , un duro editorial de El País, el ser retratada por Antonio Gala en su tronera y ser caricaturizada por Peridis, cuyo dibujo aparece como ilustración del post.
Del editorial de El País, “O pruebas o dimisión “ y de La Tronera de Gala, “Señora o señorita”, una pequeña reseña:
“ María Dolores de Cospedal, otro algo cargo del partido vuelve a superar las líneas rojas de la decencia democrática para ayudar a incendiar la política de este país, poner bajo sospecha las instituciones sobre las que descansa el ejercicio de nuestra democracia y atosigar a los ciudadanos con más crispación”.
“Es inaceptable que una representante política de la categoría de María Dolores de Cospedal acuse sin pruebas al Gobierno, a la Fiscalía General del Estado, a los cuerpos de seguridad, a los servicios de inteligencia y a los jueces de cometer delitos más propios de un Estado totalitario que de una democracia europea. Si la número dos del PP no acude a los tribunales con las pruebas que sustenten sus acusaciones, debe abandonar la política. La democracia son procedimientos. Quien no los respeta no merece representar a los ciudadanos. No es la única. A su lado, otros importantes dirigentes del PP, como Cristóbal Montoro, contribuyen al desastre con la exigencia de que debe ser el Gobierno quien demuestre que las acusaciones son falsas. ¿Y Rajoy? El líder popular parece avalar, en ocasiones con su silencio, en ocasiones con sus palabras, la huida hacia adelante. ¿Es éste el estilo con el que aspira a conquistar La Moncloa?”
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“ Me refiero a la De Cospedal (mi interés se reduce a lo público), Guapa de Albacete hace años, que habla con más osadía que sensatez, a pesar de la mosca que tiende a hospedarse en su nariz. La mosca y ella acabarían encerradas si aquí hubiese justicia, que no creo. Precisamente ella ataca a la Policía Judicial, filtrada «por los mandos políticos de Interior o de la Fiscalía». Y ataca al partido en el poder «que intenta corromper las instituciones democráticas». Y a España en general que «es un Estado policial, que utiliza desde la Fiscalía al Centro Nacional de Inteligencia para sus turbios fines». Y a etcétera, etcétera… La bella señora o señorita, quizá amparándose en la debilidad de su sexo, escupe con bala y, resguardada tras el puesto que ocupa en el PP, comprende que de perdidos al río. Pocas veces a alguien cercano al poder se ha oído expresarse con tanta soltura y tan poca vergüenza en estricto sentido. Muy bien aleccionada sí está; muy bien educada, no. Ejercer en verano el derecho que queda al pataleo no es de muy buen tono”.
