El patrón del Alakrana, agradeciendo y Rajoy reprobando a medio Gobierno

martin morales

el atunero alakrana

El patrón del ‘Alakrana’, el gallego Ricardo Blach, ha agradecido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los esfuerzos hechos por el Ejecutivo para lograr la liberación del pesquero después de 47 días de secuestro.

Y Rajoy, muy mañanero y con más ganas de incordiar que nunca, comienza a desgranar las cuentas de su rosario de agravios, y antes de que el personal haya asimilado que el secuestro ha terminado exitosamente, previo pago y sin ninguna baja, ha anunciado  que pedirá la reprobación de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y de los titulares de Defensa, Carme Chacón, y de Justicia, Francisco Caamaño, por la incompetencia, la improvisación y la soberbia ante la crisis del ‘Alakrana’.

Desde otros foros también se resalta la descoordinación y el enfrentamiento entre los miembros del Gobierno, y entre el Ejecutivo y los responsables del poder judicial sobre todo lo ocurrido por lo que Zapatero “estaría obligado a imponer el cese de los altos responsables del Gobierno que estuvieron al frente del llamado gabinete de crisis del Alakrana, empezando por De la Vega, que debería presentar la dimisión y que ayer intentaba escurrir el bulto de su clara responsabilidad”

Arcadi Espada analiza así la cuestión:

“Los secuestros tienen una naturaleza doblemente maligna y en ellos se percibe una variedad de la vieja leyenda ferroviaria francesa, visible en los cruces de vías, que también se aplica a las noticias: “Un train peut en cacher un autre.» Es decir, un tren puede ocultar otro. Es tanta y tan comprensible la alegría que produce la liberación de los rehenes, sometidos frecuentemente a toda suerte de sevicias y síndromes, que suele ocultar algo fundamental: el objetivo de los secuestradores no suele ser ni la reclusión ni la vida de los secuestrados. Estos son medios para la obtención del bien mayor, que puede ser dinero, u objetivos políticos o de cualquier otra naturaleza. En realidad un secuestro termina bien, ¡completamente bien!, cuando los secuestrados recobran la libertad y los secuestradores ven cumplidas sus peticiones. Para eso se hizo: cobrar sin matar. Ideal.”

Coincidimos con Martín Morales en su viñeta: sólo han ganado los piratas y como les ha salido tan bien seguirán haciéndolo y siendo modelos a imitar por los jóvenes de su país.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *