En la guerra del PP Rajoy gana una nueva batalla

martin morales

 

Después de haber afirmado la lideresa ESPE -como convienen en llamarla ciertos medios progres- en su enésimo enfrentamiento con Rajoy: «Que me monten una gestora si se atreven. ¿Con qué motivo? Yo les monto una cacerolada que lo de Argentina va a parecer cosa de aficionados», ha habido una bajada metafórica de calcetines similares a los que lució después de la huida de Bombay, cuando dejó a sus huestes tirados en las habitaciones del hotel, convertidas en antipánico circunstanciales, escenificada en una llamada telefónica a Rato, desvinculando este movimiento de la sanción a Cobo, ofreciéndole la presidencia de Caja Madrid,  dejando tirado a su candidato para el puesto, Ignacio González.

También se le está allanando el camino a Rajoy en Valencia ya que Camps, después de haber escuchado que Rajoy le decía: «El responsable eres tú porque no tuviste agallas para destituir a Costa», ha nombrado sus sustitutos tanto al frente de la secretaría general como en la portavocía de las Cortes:el nuevo «número dos» en el PPCV será Antonio Clemente y a su lado como vicesecretario estará José Ciscar.

Así pues, de momento Rajoy ha ganado otras dos batallas dentro de la guerra por el poder aunque sus enemigos mediáticos le sigan negando el pan y la sal: leemos algo de lo que Losantos le dedica en su blog:

“…Rajoy ha traicionado su programa electoral y, por tanto, a sus votantes. Y lo ha hecho sin dar oportunidad democrática de votar a los militantes y orquestando un congreso «búlgaro» en Valencia para seguir en el cargo a cualquier precio. Y el precio ha sido altísimo. Ha dado la espalda a Zaplana y Acebes, triturados ferozmente durante cuatro años por el PSOE como símbolos del PP, diciendo que «se presentaría con su propio equipo. Se ha identificado hasta extremos risibles con Gallardón, al que negó previamente ese número 2, para tener el mismo trato de favor de PRISA que el alcalde de Madrid. Impidió que hubiera alternativas a su candidatura de Valencia con un sistema de compromisarios que era una burla a la democracia y un canto al caciquismo”

“…Estalló el Caso Gurtel, y Rajoy mantuvo al implicadísimo Bárcenas, como tesorero del PP. Tras negar toda evidencia, hizo también bandera del apoyo a Camps en las elecciones europeas (Mayor lo proclamó el hombre «más honrado de Valencia y de España») y todavía en Septiembre montó otro mitin gigantesco y una paella multitudinaria para identificarse con el PP de la Comunidad Valenciana. Mientras respaldaba a los afectados por Gurtel, Rajoy –con el explícito y habitual apoyo de Gallardón– apoyaba un grotesco montaje de El País contra Esperanza Aguirre y llegaba a abrirle expediente, que archivó sólo cuando El Mundo demostró las falsedades del supuesto espionaje contra el gallardonismo, al que ha vuelto Cobordón”

Cambió el clima gurteliano y cambió Rajoy. Dejó de apoyar a Camps pese a haberlo pactado en el indiscreto almuerzo del Parador de Alarcón, en la línea exhibicionista del mitin-paella. Se proclamó engañado por Camps y acabó echando al secretario general, Ricardo Costa, al que por otra parte reconocía su honradez y no imputaba delito alguno. Rajoy y Cospedal apenas disimulaban su apoyo a Cobo y Gallardón (que respaldó públicamente los insultos –»vómito», «gestapillo»– contra Aguirre) escudándose en un supuesto reglamento de garantías del PP, pero provocando que 107 de los 110 alcaldes de Madrid apoyaran públicamente a su presidenta y pidieran la expulsión de Cobo, cosa que estuvo a punto de suceder en el propio Ayuntamiento de Gallardón. Que, por cierto, salvó a Cobo con una votación «a mano alzada» y ante él mismo, una fórmula que hubiera resultado groseramente antidemocrática en la mismísima Bulgaria.”

“…Y tras la alcaldada, anuncia ahora Rajoy un discurso «muy duro» para el martes. Será duro, pero nada nuevo: ya lo oímos en Elche. Todo indica que Rajoy prepara el II congreso de Valencia, pero esta vez quiere que la capital de Bulgaria sea Madrid. Veremos. Madrid es Madrid y hasta el rabo todo es toro.”

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