La precampaña electoral se tiñe de economía

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=xqGc0khHsaY[/youtube]Acabados los post dedicados a la Gran Concentración del día 30, y habiendo tratado exhaustivamente tal fenómeno de masas es hora de hacer un alto en el camino y tomarse un respiro: tal consideración se había convertido ya en un hecho rutinario, ya había que hacer algo porque se produjera un desprendimiento de esa rutina, que parece ser que, además de Pablo Aranda, alguno que otro ya había jugado con el vocablo. Es muy sonora y llamativa la oposición retina-rutina para captar la atención del lector.


Antes, pues, y por los imperativos de la temática que debe exigírsele a este blog, antes de entrar en harina política ese descanso es preceptivo sobre todo al escuchar hoy la cantidad de promesas casi todas pecuniarias que están haciendo los principales líderes y que es imposible que sean cumplidas: no hay ni un euro más de los que hay y quitarlo de un sitio para ponerlo en otro sería como desnudar a un santo para vestir a otro: ellos sabrán lo que dicen, menos mal que la desmemoria colectiva ocurre siempre el día después de la elecciones. Pero en el momento presente se les nota con pocas ideas y cuando esto ocurre ofrecen dinero. Y para muestra estos dos botones:


José Luís Rodríguez Zapatero promete que a partir del próximo mes de junio, y siempre que salga victorioso el 9-M, el PSOE se compromete a devolver 400 euros a todos los declarantes de IRPF.
Mariano Rajoy, creará 400.000 plazas de guardería si vence en las elecciones del 9 de marzo como parte del Plan Nacional de Guarderías. El objetivo de esta medida, es fomentar la «conciliación de la vida familiar y laboral».


Son los únicos que pueden ganar las elecciones y los partidos tan residuales como influyentes también estarán echando sus cuentas sobre cuál de los dos sería más generoso con sus peticiones

2 comments

  1. Por fin se cambia de tema, que esto ya echaba un tufillo a sacristía antigua, de goteras en el techo y cura viejo.

  2. En fin, puede que tenga razón. En la España laica en que nos encontramos tiene mucha tela dedicarle diez posts a los altos dirigentes eclesiásticos y sus más fieles acólitos: su breve descripción nos parece además muy barojiana e imagina el escenario de mis relatos como preconciliar o casi tridentino en que sólo nos ha faltado el bonete y la sotana llena de lamparones, de manera que un comentario que teníamos preparado para glosar la irrupción de la Iglesia andaluza en la campaña electoral de marzo ha sido abortada por nosotros que no somos partidarios de abortar nada ni siquiera los escritos que pretenden reflejar las actuaciones excesivas de todo tipo de iluminados, clérigos o legos.

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