Rajoy, elegido presidente del PP con el 84% de los votos

Cospedal y GallardónRajoy

“…Rajoy fue elegido presidente con el 84% de los votos. Cuatrocientos nueve compromisarios mostraron su rechazo al líder votando en blanco. En la historia de los congresos del PP nunca se había producido un voto en blanco tan elevado con una sola candidatura. Rajoy fue elegido en el anterior por el 98,37%. Aznar obtuvo en 2002 el 99,5% de los apoyos.”

Esperanza Aguirre, al conocer el equipo de Rajoy, aseguró, al echar en falta a los críticos: “Con quien hay que ser integrador es con quienes han sido críticos. Ser integrador con los del botafumeiro es muy fácil”. A eso le llamamos mal perder, no se les puede llamar pelotas a los que están en el otro bando. Ella ha sido la gran derrotada además de Aznar, padre político de Rajoy: ayer se escenificó la muerte del padre a manos del hijo. No ha nombrado ni a uno sólo de sus hombres de confianza(Ignacio González, Francisco Granados) para la ejecutiva, aquí también Rajoy ha saldado cuentas con los que les han atacado duramente,  bien directamente o enviados por ella, que sigue teniendo mucho poder al ser la presidenta de una Comunidad tan importante como Madrid y por mayoría absoluta. Pero además, y ahí es donde más le duele, ha encumbrado a Gallardón creando un puesto especial para él, con lo que claramente ha sido otro de los grandes ganadores del Congreso y su más que probable delfín. Aquí también se nota que la mano de Fraga es alargada.

Jaime Mayor Oreja ha instado a su partido a no tener miedo a la soledad en determinados momentos. Es mejor estar solo que mal acompañado. Seguramente estaría pensando en sí mismo antes que el partido: no se pueden imponer a los demás la propias ideas, cuando hay tantos que piensan lo contrario: parece que le falta mucha flexibilidad  que sí la hay en los que han ganado la batalla, momentáneamente. La lucha será larga.

En resumen, parece que ayer Rajoy se liberó del aznarismo que con su discurso le había propinado una enmienda a la totalidad de su programa de gobierno: llenó su discurso de reproches indirectos a la línea de su heredero- según Jesús Posada un discurso impropio de un presidente de honor-, pero al final le dio una tregua al concederle su apoyo responsable (al no haber otro candidato)y la última bofetada sin mano: Aznar se ausentó durante el discurso de Rajoy.

En cuanto a las ausencias de Ortega Lara, un auténtico símbolo vivo de las víctimas del crimen organizado, y de María San Gil, una gran luchadora, nos parece que han sido mal aconsejados: hubieran tenido más fuerza las ideas que ellos defienden con su presencia y no que sus nombres hayan sido utilizados exhaustivamente en la lucha política por aquellos que, según ESPE, no han manejado el botafumeiro pero si sus nombres, que no sabemos qué es peor o contiene más vileza.

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