Observaciones y conclusiones extracongresuales

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Ignacio Astarloa, dando ejemplo de coherencia personal y política,habiendo sido uno de los más disconformes con el nuevo ideario de Rajoy y con algunas decisiones suyas en particular, lanza el siguiente comunicado:

«Tras haber cumplido hasta el último día, con la máxima lealtad, discreción y responsabilidad de que he sido capaz, mis obligaciones como Secretario Ejecutivo, he resuelto no continuar en la dirección del Partido como responsable de Libertades , Antiterrorismo, Seguridad y Justicia, ni, consecuentemente, como Portavoz de Justicia en el Congreso de los Diputados.»

Por otra parte, hasta hoy no hemos sido conscientes de que Aznar no lleva bigote: ha sido en el PARTE  de las tres. De esta manera, con esta inteligente medida, queda demostrada lo incierto del bulo que sus adversarios políticos habían hecho correr desde siempre: no tiene el labio superior leporino. Sí se le nota el pelo largo en exceso, que puede esconder una discreta alopecia. Es el recurso que utilizamos muchos para disimular que cada vez tenemos menos cuero cabelludo. Al mismo tiempo, aparece con excelente condición física-seguramente producto de la práctica del footing y de las palizas que se da con el pádel-, aunque también tengamos que constatar que no tiene ya la lozanía de los tiempos de Oropesa, tan ligada a Porcelanosa, en que aparecía en bañador junto a doña Ana Botella, dando así por inaugurada la temporada de baños mediterráneos, el mar de las excelencias. Qué tiempos aquellos en que en un mitin alardeó públicamente de la longitud de ciertos atributos, amenazando incluso con someterse voluntariamente a una medición.

La caricatura de un miembro de la cúpula eclesial-no produzcan en su cerebro asociaciones no deseadas con estos dos términos, uno de ellos puesto de moda recientemente por la titular de Igualdad- ha sido incluida por defecto: hemos repasado distintos barridos de las cámaras a los tendidos y no hemos visto ninguno, aunque seguramente estarán siguiendo meticulosamente los debates y  y comprobando la ortodoxia desde su punto de vista. De momento, y ahora que respiramos fútbol, nos parece que Rajoy ha metido un gol por la escuadra a los cancerberos de la moralidad con el nombramiento de un símbolo de la modernidad: Cospedal , de la que decíamos ayer:»Cospedal se autopronostica un camino de espinas como secretaria general del PP. No será para tanto: usted ha concitado muchas unanimidades.»

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