Sr Votante: Siente un crispador a su mesa

E.AguirreR.Zapatero
Si crispar es un verbo transitivo que consiste en causar contracción repentina o pasajera en el tejido muscular o en cualquier otro de naturaleza contráctil, debemos abstenernos de utilizarlo en esta primera acepción de las dos que da la RAE, pues la CEE podría entrar en algunos aspectos de la misma y si se utiliza la segunda, ya coloquial, significa irritar o exasperar, que es más inane o la más utilizada por nuestros locuaces políticos sobre todo ahora en vísperas de elecciones aunque muchos, sobre todo los que las pierden, practican el arte o las malas artes de la crispación al minuto siguiente en que se les comunica que han perdido las elecciones. Lo conveniente en esos momentos es meter la cabeza dentro del agujero y no hablar porque de lo contrario se dicen cosas que después se lamentarán siempre o se lo recordarán cada vez que quieran hacer proselitismo y más ahora en que existen los archivos sonoros: un derrotado del partido popular no puede decir que el voto de los andaluces, por ejemplo, es un voto cautivo, vergonzante o subsidiado si le ha dado a su oponente la mayoría absoluta: eso no se lo van a perdonar nunca porque a nadie le gusta que lo ofendan tan explícitamente. Hay otros que consideran la derrota como “algo dulce”, como aquel que fue desalojado por estrecho margen de votos y gracias a la confabulación de cierta prensa canallesca más otros poderes fácticos.

¿Pueden considerarse crispadoras las declaraciones de algunos obispos? Pero en general todos crispan y habría que inventar un “crispómetro” para ver quién lo hace más o con más efectividad. Podríamos subir a un hipotético ring a Acebes y José Blanco a ver quién podía más. O a Rajoy y Zapatero, aunque estos son más suavones: son estadistas en potencia o en acto y tienen que guardar las formas. Y entre las señoras están Esperanza Aguirre y Magdalena Álvarez que tienen un gran punch: la primera ha dicho hoy:”A Zapatero le han pillado con el carrito del helado, ya no crispamos nosotros, es él quien quiere crispar: “Lo que nos conviene es que haya tensión”, le ha dicho Zapatero a Gabilondo, en off o voluntariamente. En este sentido afirma la Sra. Aguirre Gil de Biedma, sobrina de unos de los grandes poetas del siglo pasado, que de eso también debería presumir, que es muy grave que el jefe del Ejecutivo quiera «crispar» y le interese generar tensión:»a Zapatero se le ha visto el plumero». En su opinión es simpático pero le pide cosas para los madrileños, le dice a todas que sí y luego no hace ninguna, o sea, que es muy amable y cordial, pero es un desastre como presidente del Gobierno de la nación».

Y terminando con la crispación, les propongo un juego: Adivinar entre estos periodistas cuál exaspera, cabrea o crispa más a los votantes: por orden de edad, Luis del Olmo, Iñaki Gabilondo, F. Jiménez Losantos, Carlos Herrera y Francino, Aunque el resultado puede estar claro podría haber sorpresas: a veces no conocemos bien el país en que vivimos.

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