Ya nos libraríamos de encuadrar en alguna de esas dos categorías a los que viven de o por la política. Les dejo a ustedes la elaboración de la clasificación que, en todo caso, sería de ida y vuelta porque, por ejemplo, el señor Fabra para algunos es un héroe y para otros es un villano de padre y muy señor mío, y así sucesivamente. No tienen más que contemplar el caso Gürtel que se va extendiendo peligrosamente como una pegajosa mancha de aceite que puede hacer un efecto en los populares similar al producido en las aves en la guerra del Golfo- punto geográfico, no la denominación que se le da por José María García y Losantos a tantos desahogados-Los otros contestan rápidamente, ¿y Filesa qué?. Desde luego hoy están saliendo sobre la financiación del PP nuevos datos estremecedores. ¿Culpables? Lógicamente la policía de Rubalcaba y los jueces afines entre los que no se encuentra el de Valencia, muy amigo del Señor de los Ternos.
Pero a lo que íbamos. De las cartas que El Bigotes escribió supuestamente a Rajoy éste dice: “Yo no sé nada. Yo las leo, me las leen” y el secretario general del PP gallego, Jesús Palmou, se burla de Fraga “El viejo está gagá”.
Fabra habla así de los socialistas valencianos: «Los pelotazos más grandes los han cometido dirigentes socialistas”, «Tengo terror de ver que podrían gobernar»
Camps sobre Fraga: “está encantado con el partido en la Comunitat», «En el PP estamos todos muy contentos y eso es muy bonito» y dice don Manuel sobre el caso Gürtel: «no da la sensación de que el asunto vaya muy bien».
La dirección del PP catalán está cabreada con Daniel Sirera por haber escrito vía SMS: “El PP es una mierda” (no repetirá como diputado catalán, a quien se le ocurre alma de cántaro”
Y aunque el indefinible espécimen Sánchez Dragó(n), que tiene colocadas en su programa a toda su familia, dicen que también a su minino, no es un político carga dominicalmente contra políticos y politicastros y ayer decía de Zapatero: “pasará a la historia como el peor presidente de la democracia, tal vez equiparable a algunos de épocas tan remotas como los reinados de Fernando VII e Isabel II.”
Y Leguina dice de los nuevos socialistas, él que fue de la vieja guardia y ahora, ay, preterido:
«A los nuevos se les podrá achacar muchos defectos, pero en cuanto a batallas internas, eliminación de contrincantes y otras mañas orgánicas nadie negará que son unos maestros». «Han llegado a la cumbre con los armarios repletos de cadáveres de sus derrotados conmilitones»,
