Carlos Amigo: Cómo debe ser un periodista católico

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El cardenal de Sevilla, el amigo Carlos Amigo Vallejo, franciscano antes que cardenal, con muy buen cartel entre los católicos moderados, a mucha distancia de cierto sector del episcopado considerado como integrista, que queda muy bien en las entrevistas que le hace periódicamente Jesús Quintero, que desprende una gran humanidad, que es la cara amable del catolicismo, al que muchos hubieran visto con agrado su ascensión al Papado,  presentó ayer » El libro de estilo de los medios de comunicación según la Iglesia» , donde explica cómo ser un buen periodista católico para lo que tiene que  ser libre, pero no porque pueda decir lo que quiera, sino en la medida en que ayude a fomentar la libertad de los demás, pero también deben tener el estímulo y el conocimiento para que los receptores puedan forjarse un espíritu crítico. De todo esto deduce que   “la Cope puede afirmar con orgullo que somos libres”.
Evidentemente no dice ni mu- disculpen la expresión tan coloquial- de algunas de las condenas a su periodista más rentable, al gran talibán de las ondas, según Luis del Olmo, a Jiménez de los Demonios, según  Felipe, por acusar al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, de querer llegar al poder sin importarle los muertos del 11-M, o por insultar reiteradamente al ex director de ABC José Antonio Zarzalejos,al que llamó desde “detritus” y “zote” hasta “nulidad” y “sicario” o por llamar corrupto al Monarca por reunirse con Chávez. Parece querer disculpar todo esto diciendo que es bueno el empleo del humor o la ironía.

Volvemos a traer ahora a Carlos Fabra, con un vídeo más extenso: no sólo no se arrepiente de haber llamado «hijo de puta» a un diputado socialista sino que mantiene una actitud chulesca y cínica al afirmar que en su tierra es expresión corriente y no entiende por qué el diputado se ha podido sentir aludido.

También hoy ha trascendido que, según el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera,  Rafael Casanova, el mito del nacionalismo catalán ante cuya estatua se hacen ofrendas de flores en la Diada, fue un pedazo de español,“un españolazo” que animaba a sus soldados a luchar por el Rey y por España frente a los afrancesados borbónicos.
¿Lo sabrán los que van a ponerle flores o los reincidentes en quemar las fotos de los Reyes de España, ante la inhibición de la policía? . Ya se sabe que son minorías incontroladas, pero los 45 millones de españoles restantes están bastantes estupefactos, o patidifusos, como diría el director de cine Almodóvar, Pedro.

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