Concha García Campoy

España está atravesando una de las épocas más difíciles de la democracia.La corrupción política está cada vez más asentada y la justicia se ve impotente para atajarla. Si unos dicen ERES falsos otros replican BÁRCENAS. Personajes siniestros de antaño, como el juez Gómez de Liaño, o jueces en excedencia, como Zoido, quieren entrar o ya están dentro del manejo partidista de la corrupción que nos sale por las orejas…

Desde fuera nos observan como bichos raros, Así para  el Financial Times vivimos “La escalada de lo que se ha convertido en uno de los escándalos de corrupción más graves de la historia democrática de España”. Reuters asegura que los escándalos han “desencadenado protestas sobre la corrupción política en unos españoles enfadados, que sufren los efectos de una recesión larga, el alto paro y los recortes del gasto”. Y  The New York Times asegura que, “en un momento de recesión y malos tiempos económicos, el escándalo de los trapicheos también ha contribuido a hundir la popularidad de Rajoy a un nivel record”…

Y para colmo y para que nos hundamos aún más en el pesimismo, hoy se nos muere la gran Concha García Campoy, una de las voces más limpias y luminosas del periodismo español. De entre las decenas de reacciones de sus compañeros y amigos les muestro la de Juan Tortosa, La estrella que nunca actuó como tal:

“(…) No era Concha un florero precisamente. Por eso le molestaba tanto que los jefes le dijeran qué guapa eres y se quedaran ahí. Parecía claro que les gustaba su estilo pero quizás no tanto su sólido criterio.

Como todo espíritu inquieto, Concha era culo de mal asiento. Cuando tuvo la oportunidad de poner en marcha un espacio radiofónico de carácter informativo los sábados y domingos por la mañana no se lo pensó dos veces y tiró palante. El parto del magazine “A vivir que son dos días” fue en la primavera de 1988. Tras seis largos años “viviendo” el programa, transmitiendo a los oyentes que el título no era una casualidad, siguió su camino por radios y teles exprimiendo al máximo cada nueva experiencia.

Primero junto a Lorenzo y más tarde con Andrés vivió su vida y la compatibilizó con su trabajo. Se quejaba poco cuando las cosas no le salían como quería y se manejaba con el arte suficiente para, siendo tan estrella como la que más, no ejercer nunca de tal. De ahí que el buen rollo que transmitía le llegara hondo a tanta gente como este miércoles está lamentando su muerte.”

El veterano Arturo González le hace una sentida oración fúnebre en Nunca pensé que un viejo pudiera sentirse tan huérfano


“(…) Nunca pensé que se pudiera querer tanto a una amiga, en la vida y en la muerte.

 

Nunca pensé que la bondad, la cordialidad y la lealtad pudieran habitar con tal fuerza en un cuerpo y en un alma.

 

Nunca pensé que un frío y lejano cadáver en el depósito de un hospital pudiera golpear tanto.

 

Nunca pensé que alguien pudiera tener tal sentido de la libertad, la condescendencia y la comprensión.

 

Nunca pensé que alguien pudiera interesarse  permanentemente por tus asuntos, y tú por los de ella.

 

Nunca pensé, yo tan antiguo, que se pudiera ser amigo de una mujer, sin amor y sin sexo.

 

Nunca pensé que un viejo pudiera sentirse tan huérfano.”

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