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No sólo de Obama ni de la crisis vive el hombre, el montaraz Federico que está en todo lo tiene en cuenta y visto que domina todos los palos, los toros incluidos, algún día nos sorprenderá el turolense hablando de cante jondo, y conociendo lo que es el sentir colchonero nos ha preparado una entrevista a su actual presidente, quizá por lo último que le han hecho que es robarle dos puntos ante el Liverpool de una manera escandalosa.
No es plan de desglosar la entrevista que hace al presidente de Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, pero sepan que antes de llegar a la misma tendrán que escuchar un análisis que roza lo catastrófico y que vaticina que vamos a llegar al 20 % de parados, situación de la que culpan por partes iguales “al inútil gobierno que nos gobierna” y a la estéril oposición que soportamos, llegando incluso a solicitar el ir a calle Génova a pedirle a Marianico la devolución de los votos que les han prestado por incumplimiento de contrato.
Una vez que ponen la burda y escandalosa audición de un fragmento del grupo RISA, “ingeniosa” imitación de PRISA, pasa a la entrevista que juzgarán ustedes y en la que repasan temas variados y siempre teniendo al Atlético como telón de fondo, pasando por su modus vivendi que es la producción de películas, hasta la presidencia en el Club, que es su afición. No has parecido un hombre listo, pragmático, lejos de las fantasías de otros vecinos y de las excentricidades y veleidades de otros periféricos: el quiere para su equipo tardes de gloria, de buen fútbol, sin fijarse metas inmediatas, además de proporcionarles a los seguidores del club un estadio moderno, bien comunicado, con aparcamientos, sin ningún tipo de pelotazo urbanístico, en donde siempre hay perdedores, los ciudadanos, y un reducido grupo de aprovechados.
Que el Atlético, el Pupas, es algo más que un club lo puede comprobar el foráneo que visite el Vicente Calderón: allí comprobará que es un sentimiento, una relación cuasi enfermiza con el equipo, una porción de madrileños en estado puro, muy diferente de sus “eternos rivales”. Algo que captó en la primera jornada de la liga un malagueño que visitó por primera vez el estadio para ver a sus dos equipos favoritos, el Málaga y el Atlético, espectáculo grandioso que contempló con el “corazón partío”.
