Cuatro noticias

 El arzobispo de Granada,en la foto superior

De la infinidad que aparecen a diario me quedo con cuatro a las que calificaré de malas, buenas y regulares.

La regular puede ser el anuncio del cese de la convivencia de la pareja formada por los duques de Lugo, la infanta Elena y Jaime de Marichalar.Regular porque dos hijos también suspenden la convivencia con sus padres y eso, normalmente, a los hijos no les gusta. Pero los duelos con pan son menos:ambos irán a unas residencias con muchos metros cuadrados y con las espaldas y riñones muy bien cubiertos.Las separaciones en España suelen ser ruinosas sobre todo para los padres pues, aparte de que se perderán el día a día de los hijos , tienen que seguir pagando la hipoteca,la pensión compensatoria a la mujer en algunos casos, la manutención a los hijos, el alquiler de una nueva vivienda o un piso compartido con otros afectados por la misma situación,o la socorrida furgoneta, que en algunos casos no es leyenda urbana sino hecho real.

La buena, podría ser el que el arzobispo de Granada se va a sentar en el banquillo de los acusados, como cualquier mortal, por calumnias, injurias y lesiones psicológicas a un sacerdote o trabajador bajo su jurisdicción.Lo va a juzgar el juez Miguel Torres que seguro  les suena y como testigo sin que sea aceptado quería asistir monseñor Cañizares, que seguro que también les suena y antiguo prelado de dicha Diócesis.Parece que dicho sacerdote ha sido sometido a mobbing que es el equivalente a la inhabilitación en sus funciones sacerdotales, de su acceso a la cátedra de Teología, supongo de la Cartuja,y de su puesto de archivero catedralicio, todo por una supuesta apropiación indebida por parte del sacerdote de la propiedad intelectual de un libro.

El arzobispo quería que el caso no saliera de la jurisdicción eclesiástica pero el tozudo cura ha recurrido a instancias civiles-algo parecido a algunos deportistas que recurren a la justicia ordinaria, lo que tienen prohibido.

La noticia es buena porque es la primera vez que esto ocurre y porque demuestra que somos iguales ante Dios y la Ley, que por lo menos en el segundo caso no siempre ocurre.

Las dos noticias malas tendrán que esperar.

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