Ecos del concierto independentista del Nou Camp

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El concierto independentista que el sábado reunió a cerca de 90.000 personas en el Camp Nou de Barcelona tuvo un coste de aproximadamente 2 millones de euros, según ha indicado la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals, una de las organizadoras del evento, que ha sido pagado en su totalidad con el importe de las entradas: «no se regaló ninguna”, dice la señora Muriel.

 Nos alegramos de este aspecto porque de lo contrario me veo pagando, junto al resto de habitantes del Estado opresor, la factura de un evento de tan urgente celebración, en el que han actuado, según las crónicas, unos artistas tan emblemáticos como los veteranos Dyango y Ramoncín, entre otros.

 Espero que al primero, de tan charnegos apellidos como Gómez Romero (José). no se le haya ocurrido cantar Suspiros de España‘, algo que ya perpetró de una manera tan apasioonada en 1990, en el programa » deTVE.

 En EQM se ofrece una descripción de tan magno concierto:

“Entre las decenas de miles que compusieron el mosaico ‘»Freedom Catalonia 2014«, en el concierto independentista celebrado este fin de semana en el Camp Nou, que segun los organizadores oficiales, ‘cantaron tozudamente a la libertad‘, se encontraban cantidad de niños, tozudamente exhibidos y manipulados como reclamo sectario del excluyente y anticonstitucional orden político nacionalista. Lugar común entre totalitarios.

Curiosamente, en tales casos rige el principio contrario a la ‘pixelación’:

– como los ‘pixeles’, te denuncio o atente a las consecuencias.

Tiernas y cultivadas criaturas, pues, exigiendo, a gritos, libertad e independencia. Si sabrán ellas. Y ellos.

OTROSÍ: la utilización de los medios como reclamo sectario de orden religioso o político es lugar común entre totalitarios:

– como no nos adores se te acabó la subvención o la publicidad institucional al margen de la libre competencia y de la legislación sobre contratación pública.

OTROSÍ: la utilización de los ramoncines, perets y dyangos como reclamo sectario de orden religioso o político es lugar común entre totalitarios; y ante la duda, de producirse, sin excusa:

– como no acudas, te van a contratar en las galas veraniegas los Ayuntamientos de tu tía.

Los de la puta España que nos roba, gozando de la bula que supone la antidemocrática tolerancia establecida por el Sistema, favorable a/para todo anticonstitucional excluyente que no ondee símbolos nazifascistas con marca registrada por la II Guerra Mundial

Nuestro entrañable Ramoncín, El Rey del Pollo Frito, también volvió a sentir en su interior las ansias de libertad de sus años mozos, las mismas que tanto añoran y de una manera inexcusable los cerca de cien mil, incluidos los tiernos infantes, en el escenario donde se lucen cada quince días Messi y diez más. Un gesto admirable que suponemos no habrá hecho gratuitamente y que no ha sido valorado suficientemente, al contrario, desde las filas de la extrema derecha, tan ocupada ahora en la imputación de Maleni –de la caterva de los chicos a los que Bárcenas amamantó largas décadas con sus sobres ni mú-, ha surgido la voz del infame vate Fray Josepho que ha puesto a parir, a estas alturas, al ya sexagenario Ramoncín:

“Las drogas. Los desmadres. El Viejo Profesor.
Hacías el imbécil lo mismo que otros cuantos,
quizá, por ser precisos, un poquitín peor.

Te hiciste con un nombre: el Rey del Pollo Frito.
Te iba el rollo punkie, la mugre y provocar.
De tus conciertos dicen (no sé si será un mito)
que al respetable público llegabas a mear.

También, Ramón, te iba lo de tirarte el moco,
te iba el desafine de los «litros de alcohol»,
porque cantar, de siempre, cantaste muy muy poco
(quitando el cante ahora de ser antiespañol).

Después hiciste bolos por ferias y verbenas
de los ayuntamientos del PSOE y del PCE.
Te hiciste progresista. Trincaste a manos llenas.
Y hasta lo de orinarte subía tu caché.

Llegaron los 90. Viviendo a todo trapo,
te contrató la tele. La tele nacional.
Hiciste tus programas, así, por todo el papo,
tan engoladamente como un intelectual.

También te contrataron los maricomplejines
en teles autonómicas de feudos del PP.
Pues para ti los medios disculpan a los fines,
que fundamentalmente se ciñen al parné.

Tuviste un episodio jodido con la SGAE.
Te encuentras imputado, Ramón, por el juez Ruz.
Veremos (si lo vemos) la pena que te cae.
Que los negocios turbios pudieran ser tu cruz.

En fin, Ramón, ahora, que vas para sesenta
(los llevas cojonudos, digamos la verdad),
inesperadamente por fin te has dado cuenta
(corriente) de tu noble procatalanidad.

Te has vuelto el cheli útil de los de la estelada:
la cuota madrileña de la butifarrez.
Te llaman, te contratan, te usan. Y tú, nada:
poniendo siempre el cazo, con gran impavidez.

Total, que las meadas que echabas a tu gente
cuando eras jovencito, rockero y borrachín,
las sigues evacuando, metafóricamente,
regándonos a todos. Qué majo, Ramoncín.

 

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