Evidentemente todo el mundo sabe que lo decimos comparándolo con el que sufren la familia de Marta del Castillo y que se prolonga ya a lo largo de casi ocho meses.
El azar ha querido que el cuerpo de Laura Alonso, una orensana de 19 años, haya sido encontrado sólo tras seis días de búsqueda incesante por cada mata de monte, por el río Miño y por toda la zona donde se cree que pasó tras salir una noche con sus amigos. Ha aparecido en una pista forestal, un cortafuegos cercano al campo de fútbol de Toén, y ha sido el mal olor el que ha guiado a un grupo de búsqueda que comandaba un guardia civil el que ha llevado al cuerpo en descomposición. Allí se encontró el cadáver, difícil de ver a simple vista pero sin cubrir con tierra.
Poco después del hallazgo, un familiar de Laura identificó el cadáver. El cuerpo de la joven tenía la ropa puesta y, aparentemente, no presentaba signos externos de violencia, pero no se sabrá nada con certeza hasta que se realice la autopsia debido al avanzado estado de descomposición.
Un portavoz de la Guardia Civil anunció que confían en detener «en pocas horas» al «presunto asesino». Ya han interrogado sin fruto al novio de la chica, un joven de 21 años, y en dos ocasiones a su anterior pareja, un hombre de 32 con el que Laura había mantenido una relación tormentosa: dos interrogatorios sin incurrir en contradicciones ni se derrumbó, según fuentes de la Guardia Civil.
Algo sobre la vida de Laura:
“Laura, una chica muy familiar, estudiaba un ciclo de Formación Profesional en el instituto orensano de Portovello y, de forma eventual, había trabajado en el hipermercado Carrefour. Su tío abuelo contó que la última vez que la vio con vida fue el domingo a mediodía. «Era una joven dicharachera y ese día estaba tan alegre… Invitó a todas sus amigas, eran unas 15, y además estaba toda la familia. Celebrábamos una pequeña fiesta en la parroquia de Xestosa [en el municipio de Toén], era por San Bartolomé».
Lo último:
La Guardia Civil detiene a la antigua pareja de Laura Alonso
