Ha consistido en poner como hoja de perejil a la juez María Pascual, de los juzgados de Palma de Mallorca, por la que estaba citado a declarar como imputado por la ampliación de la querella de Francisco Miralles en relación con la compra del hotel Eurocalas de Mallorca, que acusa al empresario jerezano, junto a sus hijos varones, de estafa de 13,9 millones de euros como avalistas de un sobrino que adquirió el establecimiento por 24 millones de euros.
Eso de declarar es un decir. Una vez ante la juez –que por fin ha conseguido llevarlo por la fuerza al tercer intento- lo único que ha salido de su boca son las siguientes lindezas con las que continuó una vez que estuvo fuera de la sede judicial y ante los periodistas:
– «Cuélgueme en la plaza del pueblo si quiere»
– «Es usted una mala mujer»
– «Me estoy muriendo».
– Esta mujer es el demonio, es la más mala que he conocido. Se ha portado como una rata
El empresario había sido detenido en tres ocasiones , y en la última y en aplicación de una orden de la juez de Palma y tras su paso por la comisaría de Pozuelo de Alarcón (Madrid) y un centro de salud, donde fue sometido a un reconocimiento, fue trasladado a Palma en avión, con los resultados conocidos.
El resultado esperado podía haberse obviado, bien mediante video-conferencia o con una declaración de su letrado, a la vista del estado psicofísico del empresario jerezano, muy deteriorado a simple vista. No obstante parece que nadie ha podido parar esta parafernalia judicial, sobre todo en tiempos de crisis: no está de más poder cuantificar en miles de euros cuánto ha invertido el Estado en esta inútil operación en la que, evidentemente su señoría Mª Pascual ha disparado con pólvora del Rey, aunque no haya sido en beneficio propio, como su colega Dívar tan aficionado a achicharrar Visas Oro. ¿Por cierto, habrá conseguido los 8.000 euros de pensión que solicitaba por haber salido tan abruptamente de la 4ª dignidad del Estado?
Les ofrezco una versión de los hechos que aparece en EQM : R-M: comparecencias y derroches públicos:
“Una pasta gansa. Dejando al margen las excentricidades de Ruíz-Mateos, muy conocidas, vayamos a las que nos deparan nuestros procedimientos judiciales.
Si este octogenario señor, como tantos miles de ciudadanos imputados, tiene el derecho a no declarar, ¿qué necesidad hay de que el actual procedimiento le obligue a comparecer ante su señoría? ¿no bastaría con qué manifestara fehacientemente, a través de su abogado, que no quiere declarar?
Eso dicta el sentido común y más a su edad y en la actual situación crítica que vive este país.
¿Saben vds. lo que nos cuesta que una pareja de la policía se traslade a su casa de Madrid, le detenga, le traslade a un centro de salud, sea allí revisado clínicamente, le lleve al aeropuerto, le transporte en avión a Mallorca, le conduzca al Juzgado y devuelva a los policías a Madrid?
Pues esa enorme estupidez la hemos pagado nosotros de nuestros bolsillos, simplemente para que el octogenario enfermo excéntrico suelte otra serie de perlas a los medios.
Esta vez, con toda la razón.
Pero está visto que a Mariano no le place la labor de recortar tal tipo de despilfarros, que se producen a miles, todos los días.”
Madre mía!!! como se nota que le da igual todo.
Ves tú y habla así de una jueza.